Los empresarios poblanos lamentaron que el Congreso del Estado haya acordado que el cobro de Impuesto Sobre la Nómina (ISN) sea del 2.5 por ciento para el año 2019, mientras se había prometido una reducción o hasta una eliminación del gravamen. Sin embargo, dijeron que todavía, el próximo gobierno estatal puede compensar esta situación, y estimular la creación de empleos con exenciones de cobros de algunos derechos para las empresas cumplidas, como en los dictámenes de Protección Civil y Bomberos o en los permisos para abrir nuevos negocios.
La mañana de este viernes, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) dijo que “el guamazo está dado” por parte del Congreso del Estado, en alusión de que todos los legisladores concordaron para que el ISN quedara en el 2.5 por ciento y no en una cifra menor.
Carlos Montiel Solana, presidente de este organismo empresarial que concentra a los industriales de la transformación (Canacintra), comerciantes (Canaco), constructores (CMIC) y a otras agrupaciones especializadas, lamentó que los legisladores locales no hayan pedido la opinión y el análisis del CCE para definir la cifra del impuesto, sobre todo, cuando el sector privado se ha mantenido crítico ante un gravamen que consideran punitivo.
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No obstante, dijo que, por ahora, no hay mucho por hacer más que esperar a que haya un diálogo con las próximas autoridades estatales para negociar algún estímulo a los empresarios que vayan al corriente en el pago de sus impuestos.
En este respecto, se preguntó al Consejo de Organismos Empresariales (COE) sobre la disposición del Congreso local. César Bonilla Yunes, presidente de la organización, dijo que este grupo deseaba ver que el ISN quedara en un 2 por ciento o hasta en un uno por ciento, pues era una demanda sentida del sector privado de Puebla.
Dijo que si bien, no les gustó lo aprobado por los legisladores, el COE comprende que se necesita seguir con la recaudación en el estado.
A la par, consideró que no todo está perdido, pues, aunque el Paquete Fiscal del estado se haya aprobado en esos términos, todavía existe la posibilidad de que haya nuevos incentivos para los empresarios, ya sea definidos en la legislación, o dictaminados por las próximas autoridades estatales.
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Bonilla ejemplificó que evitar cobro de derechos, como apertura de empresas, refrendos de licencias, pago de dictámenes de Protección Civil o del área de bomberos, puede ser un estímulo compensatorio para los empresarios que cumplan con el pago puntual del ISN.
Como contexto, hay que recordar que durante la administración del extinto exgobernador Rafael Moreno Valle, éste aumentó el ISN a un 3 por ciento. Antes de su mandato era del 2 por ciento.
Luego de eso, el exgobernador José Antonio Gali Fayad no hizo nada por modificar las leyes locales para volver a bajar el impuesto. Lo que sí decidió, bajo la presión del empresariado, fue devolver el uno por ciento del impuesto a los empresarios cumplidos con el pago, por lo que algunos de ellos pagaban solo un anual del 2 por ciento.
Gabriel Covarrubias, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) dijo que el pago de ISN sí afecta a los empresarios, pues implica desembolsar desde 2 mil pesos para las pequeñas empresas, y hasta millones de pesos para las firmas grandes.