AMOZOC, Pue.- Conmovida hasta las lágrimas, igual que en los últimos 15 años, doña María Antonia Bravo Rosas, atestiguó la sentencia, viacrucis y crucifixión de Jesús de Nazaret, representada por el joven artista José Alberto Rodríguez y 80 actores y miembros del grupo de teatro “Rey de Reyes”.
En el Zócalo de este municipio, como cada Viernes Santo desde hace 29 años, el grupo teatral “Rey de Reyes” celebró la representación de la Pasión y Muerte de Cristo más tradicional y concurrida de las tres que se organizaron este año en la localidad, y que este año se dedicó a Rubén Galicia Luna, un joven actor, fundador de esta celebración.
Bajo los rayos del sol de mediodía, hombres, adultos y jóvenes, en su papel de romanos, hicieron la primera caminata para detener a Jesús y exhibirlo como un mentiroso y blasfemo que se ostentaba como hijo de Dios y que se merecía el mayor de los castigos.
Desde los primeros jalones y golpes, los ojos de doña María Antonia comenzaron a humedecerse y a media que transcurría la sentencia de Jesús le costaba más contener las lágrimas, pero en el momento en el que es condenado a 40 azotes y herido en la cabeza con la corona de espinas, no pudo ocultar su dolor.
“Es que… siento muy feo, no es nada mío (Alberto en el papel de Jesús) pero siento muy feo, siento que lo que le hacen al joven es poquito en comparación con todo lo que sufrió Jesús por nosotros y nosotros a veces no lo valoramos, nunca más bien, la verdad”, explicó mientras se limpiaba los ojos.
Para ella, acudir cada año a la representación de la Pasión y Muerte de Cristo es más que una tradición, es un verdadero momento de reflexión y llamado a ser mejores personas para ella misma y para ser ejemplo para su familia, especialmente para sus pequeñas nietas.
“Yo no sé leer, por eso no leo la Biblia, pero trato de ir a misa cada vez que puedo, para escuchar así la palabra de Dios”, añadió.
Ella y centenas de amozoquenses no se conformaron con atestiguar la escena de la sentencia, sino que acompañaron a Jesús, personificado por José Alberto, en su viacrucis, cuando resistió más azotes, tres caídas y con su cruz de 160 kilos de peso a cuestas, caminó varias calles del centro del municipio para dirigirse a su crucifixión.
A unos cuantos pasos del escenario en el que fue representada su condena, en pleno Zócalo y bajo los inclementes rayos del sol, José Alberto fue retado una vez más por los romanos para demostrar que era el hijo de Dios y luego, exhausto, y crucificado.
29 AÑOS DE TRADICIÓN
“Rey de Reyes” es el grupo de teatro que bajo la producción y dirección de Raúl Galicia, sumó este Viernes Santa la representación número 29 de la Pasión y Muerte de Cristo cada Semana Santa en Amozoc.
De acuerdo con Raúl Galicia, son aproximadamente 80 actores y miembros de la producción que año con año y con meses de anticipación se preparan física y espiritualmente para representar lo más fielmente posible a cada uno de los personajes que participaron en uno de los pasajes más importantes de la historia.
Todos ponen su dinero, su mayor esfuerzo e incluso un considerable desgaste físico para lograr la mejor representación del Viacrucis de Viernes Santo, por ejemplo, el de Alberto, quien inmediatamente después de ser bajado de la cruz, tuvo que ser atendido por paramédicos, quienes checaron sus signos vitales y las laceraciones que dar vida a Jesús le produjo en la espalda y manos.
La entrega de todos los participantes es quizá la razón por la que aunque en Amozoc hubo tres procesiones, la primera muy temprano con imágenes de la iglesia local y otra del grupo teatral “Hijo de Dios”, también en el Zócalo, la representación de “Rey de Reyes” es la que más emotiva y concurrida de la localidad.