“¿Me das un beso en la frente? y prométeme que nunca me vas a dejar de querer”, estas fueron las últimas palabras que Cinthya Díaz le dijo a su madre Lourdes Ramos, pues luego de dar a luz sufrió una hemorragia y los médicos no actuaron con rapidez. Hoy, la señora sabe que a su hija le perforaron el útero y por ello, pide justicia.
“Todo ocurrió en agosto del año pasado, mi hija me dijo que se sentía mal y le marqué a su médico en la clínica San Carlos y me dijo que no la podía atender, pero que iba a estar el médico de guardia. La llevé como a las 11 de la noche y la doctora que estaba ahí me dijo que no la podían recibir porque no sabían si había espacio, en es trayecto se le rompió la fuente y la subieron a piso”, relató Lourdes Ramos a El Sol de Puebla.
El médico que la atendió en todo su embarazo nunca llegó, incluso la metieron a cirugía sin revisar su expediente médico. En la madrugada salió del quirófano y con ella su bebé, pero Cinthya se sentía muy mal y le dijo a su madre que creía que algo andaba mal con su cuerpo.
“Le dije que era normal porque acababa de tener a su bebé, pero ella insistió que había algo mal. De repente me dijo: me das un beso en la frente y prométeme que nunca me vas a dejar de querer. Le pregunté que por qué decía eso y ella insistió que se sentía muy mal. Al poco rato levanté las sabanas porque me dijo que le dolían las piernas y cuando vi estaba llena de sangre. Avisé a la enfermera, pero en vez de ayudarnos nos dijo que de seguro se había movido”, comentó.
Cinthya no fue atendida correctamente por médicos de la clínica San Carlos
A pesar de que la madre señaló que era mucha sangre, las enfermeras hicieron caso omiso, hasta que se dignaron en ver a Cinthya notificaron a la médico en turno que tenía “el útero aguado”, pero sólo avisaron y siguieron viendo un partido de fútbol. La señora después avisó que su hija ya no podía ver, pero nuevamente fueron ignoradas.
“Les dije que mi hija ya había perdido la vista y una enfermera me dijo que era normal después de una cesárea, yo insistí que eso no era normal y que, si no la iban a atender que me la iba a llevar, pero en ese momento dijeron que hablarían a un cirujano, pero eso fue a las 2 y el cirujano llego hasta las 5:00 pm”, compartió.
El cirujano dijo que tenían que intervenirla de inmediato para salvar su vida, pero que tendrían que quitarle la matriz, al tiempo, pidió a la madre firmar una autorización y Lourdes con tal de parar la hemorragia, accedió. Hasta el otro día pudo ver a su hija y le confirmaron que ya no tenía matriz, ovarios y útero, pero no sólo eso, sino que Cynthia había tenido cuatro infartos.
Este médico dijo que seguía delicada, pero que la clínica no tenía los elementos suficientes para seguirla atendiendo, por lo que la trasladaron al Hospital del Sur, pero antes de que se la llevara, esta clínica San Carlos le quería cobrar 8 mil pesos por llevar a Cinthya, ellos no accedieron y tuvieron que optar por otro servicio.
“Vi a mi hija con los ojos salidos, toda mal, me puse a llorar y sólo me preguntaba ¿qué le habían hecho?, la dejaron muy mal y el doctor me dijo que parara de llorar que ni siquiera estaba muerta (…) cuando nos la llevamos iba muy mal y en el otro hospital ya no estaban esperando muchos médicos y aquí fue donde me dijeron que nuevamente tenía que entrar a cirugía y que no me garantizaban que saliera porque ya había perdido mucha sangre y muchos procedimientos en un solo día”, agregó.
Tres niños se quedaron sin su madre
Lamentablemente así fue, Cinthya murió, ya no conoció a su hijo y su familia cree que hubo negligencia médica, pues en el segundo procedimiento les confirmaron que le perforaron el útero y que nunca se lo sellaron, por tanto, registró una hemorragia.
“A mi hija le dio una muerte cerebral severa y sólo tuve que esperar que le dejaran de funcionar sus órganos. Falleció el 26 de agosto del año pasado (…) a mi hija me la entregaron bien rápido, no le hicieron necropsia, pero me la trataron como animal, como si un animal se hubiera muerto y dejó a tres niños huérfanos”, lamentó.
La clínica San Carlos sigue operando y Lourdes pide al Gobierno del Estado, puntualmente a la Secretaría de Salud que revise este lugar y que no permita que más casos de este tipo se sigan registrando.