Manejar un taxi ejecutivo puede ser más redituable que tener un trabajo de planta en las áreas de formación docente, terapia y rehabilitación, economía o información. Un conductor que trabaja unas 8 horas diarias, o menos, puede percibir 560 pesos netos, al día, y hasta más de mil pesos, teniendo un horario flexible, aunque sin prestaciones.
Sandra Salinas es una conductora de la empresa Uber. Anteriormente trabajaba en una editorial, viajaba frecuentemente, tenía seguro de vida, salario fijo, aunque laboraba hasta 14 horas diarias, lo que no le permitía estar con su familia.
Alcanzó la independencia laboral con esta empresa de taxi ejecutivo, y no solo eso, sino que sus ingresos evolucionaron hasta el punto de poder ganar unos 70 pesos por hora, o 560 pesos diarios, dependiendo de su ritmo y su horario.
Ella solo trabaja de lunes a viernes, con la opción de abrir su plataforma cuando deseé.
Aunque el servicio de estos taxis ejecutivos se ha desvirtuado -de acuerdo a la experiencia de quien esto escribe-, debido a que varios autos lucen sucios, o algunos conductores intentan abusar de los trayectos, sin esmerarse en detalles como ofrecer agua, pañuelos desechables, cargadores de batería o sintonizar la música del agrado del cliente, Sandra Salinas es una de las conductoras que ha logrado calificaciones altas por tener un auto limpio y cuidar su presentación, así como brindar amabilidad a los usuarios.
Ella dice que esa atención al cliente es lo que permite que la aplicación le asigne viajes largos, con lo que puede percibir mayores ingresos al día.
GANAN MÁS QUE EN UN EMPLEO FORMAL
Recientemente, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) dio a conocer el indicador Compara Carreras, con el que se puede tener una idea de cuánto ganan los profesionistas en el país.
El sueldo nacional promedio de los profesionistas fue de 12 mil 076 pesos, es decir, 402.5 pesos por jornada diaria. Esta cifra es 28.1 por ciento más baja que los 560 pesos que puede ganar un conductor de Uber, en promedio, y mucho más baja si se considera que un conductor puede percibir hasta mil pesos diarios por viajes que realiza mediante plataformas digitales, siempre y cuando dediquen 12 o 14 horas a la actividad.
Ahora bien, hablando de casos específicos, alguien que labora en formación docente para otros servicios educativos (por ejemplo, una maestra de preescolar que trabaja en la Mixteca de Puebla) gana un promedio de 8 mil 484 pesos mensuales, lo que significa 282.8 pesos diarios, a los que tendrá que restarle por lo menos 150 pesos diarios de pasaje y alimentos. Su ganancia por enseñar a unos 30 niños será entonces, de 132.8 pesos.
El sueldo diario de la maestra es un 50 por ciento menor que el del conductor de Uber. Aunque personas como Sandra tienen una licenciatura, prácticamente cualquiera que sepa conducir puede ganar esa cantidad, mientras que no cualquiera puede ingresar al Servicio Profesional Docente para concursar por una plaza, aunque sea en el interior del estado.
Incluso, un conductor de este servicio puede superar el salario de un economista, que es de 9 mil 692 pesos al mes.
Los ingresos de un “uberista”, como le conocen algunos usuarios, pueden ser un 78.6 por ciento mayores que el de un chofer de camioneta de carga en general que, de acuerdo a la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) es de 119.57 pesos diarios.
DESVENTAJAS
Sandra sabe que, con su trabajo en Uber, no conseguirá una jubilación. Sin embargo, dice que seguirá ahorrando con su Afore para que en el futuro no deba preocuparse cómo sobrevivir. Además, planea seguir trabajando para conseguir su flotilla de autos y contratar conductores en la posteridad.
Ella es optimista luego de sus 2 años 5 meses de ser socia-conductora de Uber, aunque señala que hay algunos aspectos del empleo que le preocupan, como no saber a dónde va en cada viaje, ya que la aplicación móvil no muestra a los conductores sus destinos hasta recoger al usuario, por lo que enfrentan vulnerabilidad de algún hecho delictivo.
Por otra parte, otro de los riesgos de trabajar en estas aplicaciones de transporte, es que los taxistas de otras centrales o que trabajan independientemente, recurren a agresiones contra los conductores privados, por considerarlos competencia desleal. Este fenómeno ocurre en la Central de Autobuses de Puebla (CAPU).
No contar con prestaciones, como utilidades, aguinaldo, seguridad social y vacaciones, son algunas desventajas que tiene Sandra, aunque está consciente de que para tener un ingreso que compense, debe hacer más horas de trabajo. Ahora antepone su libertad y su salud a la “estabilidad”.