Didi, la compañía china que ofrece servicio de transporte ejecutivo inició operaciones en Puebla con algunos aprietos entre sus socios operadores, pero sobre todo, atrayendo con servicios más económicos a quienes suelen viajar y trabajar en Uber y Cabify.
En viajes hechos del Zócalo de la ciudad al Parque Juárez y viceversa, El Sol de Puebla se encontró que una buena parte de los socios conductores de Uber y Cabify comenzaron a prestar servicio de Didi, con las mismas unidades en buen estado y el servicio que en ellas, pero también con algunos inconvenientes derivados de su inexperiencia con la plataforma.
Y es que los socios operadores de dos unidades de Didi fallaron en la ubicación del pasajero, lo que llevó a uno de ellos a dar una vuelta de dos manzanas y retrasar el inicio del servicio de uno a nueve minutos, mientras que el segundo marcó un tiempo de espera innecesario, de menos de un minuto, al encontrarse pocos metros antes del punto de partida del viaje. De los viajes, el primero fue de nueve minutos, mientras que el de regreso fue de 18 minutos, a consecuencia, principalmente, del tráfico en el camino.
Mientras que el precio del servicio y de la comisión para sus socios operadores fue el mayor atractivo, pues ofreció descuentos de hasta 30 por ciento que también aplicaron Uber y Cabify, dando como resultado un precio menor que comúnmente cobran en un mismo viaje.
Los socios operadores de Didi expresaron su confianza en que aunque a su consideración no se hizo mucha publicidad de este nuevo servicio, sus ganancias puedan ser mayores que en Uber y Cabify, toda vez que la comisión en la compañía china es menor, de 10 por ciento, en comparación con los 20 ó 25 por ciento que deducen las otras dos.
UBER
Conductores de la plataforma de Uber probaron suerte con la empresa china DiDi en su primer día de operaciones en Puebla, pues desde este día alternaron ambas plataformas para medir las ganancias que les puede dejar en comparación con la empresa norteamericana.
En un recorrido realizado por El Sol de Puebla se apreció como el precio de las tarifas bajó en un 30 por ciento como lo anunció Uber, pues el precio regular del zócalo de la ciudad al Parque Juárez es de poco más de 40 pesos, sin embargo, ayer costó 35 pesos.
El tiempo de espera en el zócalo fue de 3 minutos 22 segundos, que se encuentra dentro de los 4 minutos que anunciaba la aplicación al momento de pedirlo. Una vez abordo, el trayecto al Parque Juárez se realizó en 11 minutos.
Uber mantiene la calidad de sus vehículos y la limpieza de los mismos, aunque ya no ofrecen botellas de agua o dulces como en 2015, cuando la empresa inició operaciones en Puebla.
El conductor del vehículo Versa reconoció que trabaja en las dos plataformas y reveló que en las primeras tres horas de trabajo había realizado ocho viajes con Uber y uno con DiDi.
De regreso, el conductor de un Seat Ibiza reveló que también trabaja en las tres plataformas de Empresas de Redes de Transporte (ERT): Uber, DiDi y Cabify.
Con una hora de trabajo ya había realizado tres viajes con Uber y aunque recibió dos alertas de DiDi no le dio tiempo de aceptar los viajes.
El tiempo de espera fue de 3 minutos y el trayecto del Parque Juárez al zócalo duró 15 minutos por el tráfico.
CABIFY
El servicio de la aplicación Cabify resintió la llegada de la plataforma Didi, pues empezó su jornada de este martes con descuentos en los viajes, de un 30 por ciento. Incluso, el tiempo para llegar a recoger al cliente fue de entre 2 y 8 minutos, mientras que, en días anteriores, ha sido complicado encontrar autos de esta marca en servicio.
Uno de los conductores de Cabify confesó que él mismo y algunos de sus compañeros, decidieron ser parte de Didi porque solo “les quitan” el 10 por ciento de los viajes, no como las marcas tradicionales que les cobran el 25 por ciento de cada viaje por usar la plataforma.
Para abrir sus oportunidades de ingreso, este conductor optó por mantener Cabify y probar suerte con Didi. Ayer, antes de las 10:00 horas, ya había hecho 3 viajes con la nueva plataforma. Dijo que hubo una suficiencia de vehículos se debió a que, desde noviembre, la marca naranja abrió su reclutamiento de conductores.
Otro de los entrevistados dijo que prefiere quedarse solo con Cabify debido a que percibe certeza tanto con la plataforma como con la empresa.
Las 2 unidades abordadas por quien esto escribe, lucieron impecables, mientras los conductores también tenían una buena presentación. Estaciones de radio con volumen medio y charla amena, ofrecieron ambos.
El primero de ellos confesó que desde del feminicidio de Mara Castilla, en septiembre de 2017, nada volvió a ser igual para la marca, pues redujo la cantidad de usuarios, amén de que el servicio no funcionó durante algunos meses.
Otro de los detalles de Cabify es que, en la actualidad, ya no entrega botellas de agua o algunas otras amenidades a los conductores para repartirlas entre los clientes.
Hay que decir que el pasado domingo, tras la lluvia de la tarde, en el Centro Histórico se intentó pedir un vehículo de Cabify pero no había disponibilidad de los mismos.
TAXI
“La competencia aquí no hace nada porque ya tenemos nuestros clientes”, dice Edgar un hombre que 37 años que ha dedicado la última década al servicio de transporte público. Los primeros cinco años fueron al microbús y ahora en el taxi.
Viajar en una unidad tradicional, color negro con rótulos amarillos, es costoso porque un recorrido inferior a los 15 minutos tiene una tarifa en hasta de 50 pesos.
Aunque hay múltiples quejas de la actitud de los conductores y las unidades, por fortuna, El Sol de Puebla hizo un recorrido con operadores, vestidos con camisa blanca, así como unidades limpias.
“La gente dice que nuestra unidad está sucia. La verdad es que no dicen que la gente es sucia. Se suben y dejan la basura. Me toma otro servicio y así (sucio) me encuentra. Una ocasión una madre y su hijo salieron del cine y me abordaron, el pequeño regó el refresco en todo el asiento. Le dije a la señora que me tenía que pagar doble y hasta me gritó. ¿Tenía yo la culpa?”, expuso Javier, otro taxista.
En el fondo, la primera unidad que se dirigía al Parque Juárez sintonizaba la estación de radio de noticias, que aseguró, escucha para elegir el camino más rápido. Edgar es un hombre con mucha conversación y confianzudo: “Ya tres personas han dejado su celular y se las he regresado por eso tengo hartos clientes”.
La llegada de la nueva plataforma, considera, es una competencia directa para las plataformas electrónicas como Uber. Él alguna vez formó parte de “Easy Taxi”, pero no le generó tantas ganancias como esperaba.
Javier tardó muy poco tiempo como conductor de Uber: “Mi celular era muy lento, luego la aplicación me mandaba a otra parte y una cliente, se enojó porque se fue por otro camino. Mejor decidí estar por aquí”, dijo al señalar que por la confianza que le tiene la gente, ha conseguido varios clientes.
Edgar y Javier estaban también en centrales por radio, pero las abandonaron, uno porque había pleitos de liderazgo y otro porque la organización se extinguió.
