Si se realizan excavaciones debajo de iglesias como San Francisco, de la Tercera Orden, y otras del primer cuadro de la ciudad, sería posible hallar criptas como la que se descubrió el pasado viernes en el subsuelo de la Capilla de Nuestra Señora de los Dolores ubicada en el Bulevar 5 de Mayo esquina con la 10 Oriente, informó el arqueólogo Eduardo Merlo Juárez.
Lo anterior a partir del descubrimiento de las osamentas y túneles debajo de este inmueble, Explicó que en el Siglo XVIII la construcción de sótanos o criptas debajo de las iglesias eran normales y se destinaban para depositar los restos de los hacendados.
“Como todas las iglesias de Puebla le edificaron una cripta, es decir, una especie de sótano que tenía la función de depósito de cadáveres, es decir, cuando la gente que tenía posibilidades de pagar el funeral era depositado en estas criptas”, añadió.
Relató que el edificio en el que se hizo el hallazgo se conocía como Capilla de los Dolores del puente por la ubicación. En ese punto vivía una familia quien terminó de edificar la capilla en el año 1704.
“Si hacemos una excavación debajo de San Francisco de la Tercera Orden, de cualquiera de las iglesias de Puebla vamos a encontrar estas criptas, era lo más usual, se ponían una especie de camas de mampostería a donde se colocaban las cajas”, resaltó.
Dijo, sin embargo, que como estaban a la orilla del río, debido a las crecidas, se filtraba el agua al sótano, de tal forma que se tuvieron que poner unos reguladores de barro con la intención de expulsar el agua que se pudiera meter e inundar las criptas.
“Con las medidas que tomaron las reformas sanitarias, se clausuraron las criptas de las iglesias y se prohibió seguir sepultando en ellas, así que fueron clausuradas y la mayoría quedó como escondida, como secreta, pero nunca tuvieron tales secretos”, abundó.
Cabe recordar que el hallazgo de la cripta fue como resultado de los trabajos de reconstrucción que se realizan en la capilla tras los daños provocados por el terremoto del 19 de septiembre, mismo espacio en el que se pretendía instalar una cisterna para abastecer de agua potable a la iglesia.
El especialista reconocía los descubrimientos pero fue enfático al mencionar que es necesario que sean los arqueólogos quienes continúen con los trabajos al interior del templo para obtener los datos necesarios en torno a este hallazgo para complementar la historia de la iglesia.