Puebla cuenta con 16 adolescentes que están cumpliendo una sentencia en un Centro de Internamiento del estado, la mayoría (jóvenes entre 17 y 18 años), fueron señalados por homicidio, pero al momento de su detención, se convirtieron en víctimas de violaciones a sus derechos fundamentales, así lo reveló la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). Los menores de edad tienen carencias médicas, no cuentan con actividades recreativas ni espacios dignos para ver a sus familiares.
De acuerdo con el “Informe especial sobre las condiciones que viven las personas adolescentes y jóvenes en conflicto con la ley penal en los Centros de Internamiento”, Puebla cuenta con 16 menores cumpliendo una sentencia, de los cuales, ocho fueron detenidos por el delito de homicidio, tres por robo, tres por secuestro y por delitos contra la salud, así como por lesiones un caso, respectivamente.
El documento señaló que son pocos los estados que están regulados en temas de derechos humanos para menores de edad cumpliendo sentencias, pero que Puebla sí cuenta con los “Reglamentos posteriores a la emisión de la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes”, la cual fue emitida en junio del 2016.
En la mayoría de los estados del país, incrementó la comunidad de adolescentes mujeres, pero en Puebla no ocurrió este fenómeno, pues toda la población es de hombres. La mayoría cuentan con 17-18 años de edad y luego le sigue el grupo de 14-16 años.
De los 16 jóvenes que están en el Centro, sólo 13 quisieron hablar de su situación conyugal, social, así como educativa y, de esta cifra, solo uno manifestó vivir en matrimonio, unión libre o en concubinato antes del internamiento. Mientras que su estatus educativo, fue el siguiente: ocho llegaron a la primaria, cuatro a la secundaria y uno al bachiller. Hay dos personas indígenas en estos lugares y ocho aceptaron que consumen drogas o sustancias adictivas.
Puebla no cuenta con la capacidad, capacitación y las adecuaciones necesarias
En el texto se pudo leer que las autoridades señalaron que de los 36 Centros de Internamiento que proporcionan atención a mujeres (centros mixtos y femeniles) a nivel nacional el 58.3 por ciento sí cuenta con la capacidad y las adecuaciones necesarias, mientras que el 41.7 por ciento respondió no contar con ello, siendo Puebla, uno de ellos.
El argumento es que actualmente sólo hay varones, empero, la mayoría de los jóvenes hombres que están en Puebla, aseguraron que no cuentan con las instalaciones necesarias y que fueron víctimas de alguna forma de violencia.
Ocho chicos, es decir, la mitad de los confinados, indicaron que al momento de su detención fueron víctimas de algún tipo de violencia o de abuso. Lo que detonó en una violación a sus derechos humanos.
En cuanto a su situación jurídica, 10 ya tienen sentencia, tres están en proceso y el resto no quiso dar una respuesta. Al preguntarles si su abogado(a) le explicó sus derechos, 11 respondieron que sí, dos que no y el resto no quiso responder.
Pese a que hay sólo hombres, la CNDH considera que los centros deben de estar capacitados en materia de perspectiva de género, sin embargo, el Centro de Internamiento Especializado para Adolescentes (CIEPA) de Puebla no está apto en este rubro. Tampoco está instruido en materia de tortura o penas crueles, inhumanos o degradantes
Los jóvenes no tienen actividades recreativas ni espacios dignos para ver a sus familiares
El informe destacó que Puebla no tiene convenio de colaboración con alguna institución pública o privada para proporcionar actividades recreativas y de esparcimiento a los 16 jóvenes que están en el CIEPA. Menos aún, con acceso a la prensa escrita, Internet, actividades de enseñanza, formación profesional, ni bibliotecas. Lo que podría retrasar su proceso de reinserción.
En Puebla se constató que no hay suficiente equipamiento deportivo ni para realizar actividades de acondicionamiento físico, futbol, voleibol, tocho. Asimismo, se verificó que el espacio destinado para que las personas adolescentes practiquen actividad deportiva no está en buenas condiciones, lo que podría ocasionar accidentes.
Para rematar este rubro, la CNDH indicó que en Puebla no se cuenta con espacios destinados para la realización de la visita familiar, llevándose ésta a cabo en espacios destinados para otras actividades de las personas adolescentes y jóvenes como son: patios, comedores o áreas verdes.
La atención médica es “regular” e “insuficiente”
En el territorio poblano, la entrega de alimentación diaria forma parte de la garantía a sus derechos, por lo que las autoridades aseguraron que los jóvenes tienen su alimentación diaria, pero, al mismo tiempo, aceptaron que su atención médica es “regular” e “insuficiente”.
No cuentan con unidades odontológicas y de psiquiatría, no hay suficiente personal médico ni de enfermería, pero sí acude ocasionalmente personal para hablarles de planificación familiar. La CNDH destacó que no hay psicólogos de planta para atender a los jóvenes, pese a que ellos refirieron que durante su tiempo encerrados se sienten principalmente tristes, ansiosos, intranquilos, nerviosos y tienen dificultades para dormir.
Aunque los adolescentes ya dieron a conocer esta situación, las autoridades de los Centros no realizan supervisiones de acuerdo con lo manifestado por la población.
Menores escapan por un boquete durante riña en la Casa del Adolescente
Para finalizar, el informe destacó algunos eventos y en Puebla recordó que el 14 de noviembre del 2022, unos menores escaparon por un boquete durante riña en la Casa del Adolescente. “Mientras se desarrollaba una riña entre dos menores de edad, durante el desayuno dentro de la Casa del Adolescente, otros dos jóvenes escaparon por un boquete. Tras la llegada de varias patrullas y policías estatales, las autoridades policiales confirmaron que el incidente ocurrió en la Casa del Adolescente que pertenece al DIF Estatal”, se pudo leer.
Pese a este último hecho, las autoridades no quisieron hacer pública la existencia y/o contenido del ordenamiento interno, sólo se sabe que las medidas disciplinarias fueron amonestaciones.
