La idea de que son “el sexo fuerte” sigue siendo una de las principales causas por las que los hombres no piden ayuda cuando tienen problemas de salud mental, o bien desatienden síntomas de enfermedades, coinciden profesionales de la medicina y la psicología a propósito del mes de junio, que es dedicado a promover la salud masculina en México.
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Las enfermedades del corazón, diabetes mellitus y tumores malignos son las tres principales causas de muerte en hombres en nuestro país, de acuerdo con el último informe “Estadísticas de Defunciones Registradas” del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que comprende el periodo entre enero y junio de 2023.
Ademas, el mismo instituto precisa que ocho de cada 10 decesos por suicidios que ocurrieron en hombres durante el 2022 fueron del sexo masculino, aunque sólo el 8.4 por ciento de los varones declaró sentirse en depresión durante el levantamiento de la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (ENBIRE) del 2021, es decir, pocos admitieron tener problemas de salud mental.
A pesar de que los cuatro padecimientos que más cobran la vida del género masculino en nuestro país pueden tratarse a tiempo, regularmente los hombres acuden cuando el problema se ha agravado, por lo que profesionales de la salud expresan en que se necesita reforzar la atención preventiva y generar condiciones para facilitar que asistan a tiempo a recibir atención.
Hay tabúes y estigmas, admiten hombres
El padre de Irving Velasco Martínez falleció a causa del cáncer de próstata y eso motivó que ahora él sea consciente de que la enfermedad se puede atender si se detecta a tiempo, por lo que recientemente decidió realizarse por primera vez la prueba de antígeno prostático.
El hombre de 34 años de edad admite que ha escuchado comentarios o ideas sobre las pruebas para detectar enfermedades de la próstata, ya que varios conocidos le han expresado que sienten pena e incluso miedo de someterse a estudios porque creen que el más practicado es el tacto rectal.
Sin embargo, comparte que a partir de la enfermedad y muerte de su padre conoció más sobre el cáncer de próstata y ahora que está próximo a convertirse en papá tiene claro que se realizará estudios de forma frecuente para detectar algún signo de alerta, teniendo en cuenta que posee antecedentes genéticos.
Yo creo que todos estamos propensos a todo y en temas del antígeno prostático sí he escuchado muchos estigmas, que les da miedo o pena por el tipo de tacto que se tiene, pero yo creo que mientras estemos con un profesional de la salud ni hay que cohibirnos, ni tendría por qué darnos pena, considera.
Giovanni Ramírez Rodríguez tiene 19 años y recientemente se aplicó la vacuna contra el tétanos, a pesar de que debió recibirla desde los 15 años. Comenta que en su momento se rehusó porque siente temor a las inyecciones pero no quería admitirlo, aunque también piensa que no era tan necesaria.
“Siento que pasa mucho en nosotros que nos hacemos los machos y pensamos que nada nos va a pasar, que ni siquiera es necesario ponernos las vacunas, pero llega el momento que es necesario y ahorita que ya salgo más y hay más riesgo de sufrir un accidente, la vacuna ya es importante”, refiere.
El joven manifiesta que los hombres raramente atienden sus malestares físicos porque entre el género todavía existe una tendencia a asumirse fuertes, por lo que opina que faltan campañas de salud pública para modificar dicha ideología.
¿De qué y por qué enferman más los hombres?
Las enfermedades como la diabetes, problemas cardiovasculares, cerebrovasculares, crónico respiratorios y cáncer representan, en conjunto, hasta el 75 por ciento de las causas de morbilidad en los hombres, revela David Fernández Uribe, coordinador estatal de enfermedades cardiometabólicas de la Secretaría de Salud en Puebla.
Más de la mitad de las personas que son hipertensas no lo saben y aproximadamente el 30 por ciento de quienes tienen diabetes no lo saben. Los varones tienen esta característica o tenemos esta tendencia de aguantarnos los malestares hasta que ya no podemos; me ha tocado conocer personas que tienen problemas de hipertensión y no lo saben hasta que se infartan, advierte el médico.
Agrega que en las conductas o estilos de vida del género masculino se encuentran varias de las causas de las enfermedades que más les aquejan, ya que es común que tengan malos hábitos alimenticios, consuman comida en la calle, abusen del alcohol y el tabaco, además de que suelen llevar una vida más sedentaria.
“Por el rol que desempeñamos estamos enseñados a aguantarnos las molestias; a veces uno de los primeros síntomas del colesterol alto, de la hipertensión o de la diabetes son las cefaleas, los dolores de cabeza y muchas veces los varones decimos ‘me aguanto’, ‘es el estrés, el trabajo, el calor’ y se nos olvida, no ponemos atención a hacernos una revisión ordinaria”, subraya.
Fernández añade que hay hombres que consideran que el esfuerzo físico de su actividad laboral basta para mantener una buena condición de salud, cuando en realidad necesitan dedicar al menos 30 minutos diarios a realizar ejercicio, ya que caminar al trabajo o cargar cosas no es suficiente para el organismo.
“La diabetes e hipertensión están muy estigmatizadas, sobre todo la primera y sí, los malos hábitos y sedentarismo condicionan que tengamos mayor probabilidad de desarrollar diabetes a edades tempranas y a eso se suma que existe el estigma de que ‘si me la detectan me van a poner insulina y con eso me voy a quedar ciego’, aumenta el deterioro físico por falta de atención”, indica.
Cáncer de mama y próstata, enfermedades con mayor estigma
Por considerar que el cáncer de mama es exclusivo de la mujer o que la detección de enfermedades de la próstata es dolorosa o va en contra de la masculinidad, ambos tumores malignos son de las enfermedades con mayor estigma entre los hombres, alerta David Fernández.
El médico explica que existe un tabú respecto a la detección del cáncer de próstata porque regularmente se cree que el principal método es el tacto rectal, a pesar de que existen diversos estudios de laboratorio que permiten tener indicios de la enfermedad y tratarla de forma oportuna.
Todo el mundo piensa que es a través del tacto anal como se detecta y sí es importante, pero ante una revisión física en la que se definan factores de riesgo, que indiquen que es importante el tacto y con el consentimiento del paciente, sostiene.
Explica que los servicios de salud cuentan con métodos de laboratorio clínico que permiten detectar de manera oportuna sustancias que son indicadores del crecimiento de la próstata, de tal forma que los hombres mayores de 40 años deberían acudir al menos una vez al año a realizarse estudios de detección
Respecto al cáncer de mama, da a conocer que hasta el 15 por ciento de los pacientes con este tipo de tumores son hombres; sin embargo, los estigmas evitan que lo detecten a tiempo a través de la auto exploración y de estudios de laboratorio
El responsable de las enfermedades cardiometabólicas en la entidad resalta que el sobrepeso y la obesidad son de los principales factores de riesgo del cáncer de mama, ya que la grasa abdominal puede migrar al pecho, en donde se desarrollan los estrógenos que provocan el tumor.
“Los hombres y más quienes tienen sobrepeso y obesidad deben hacerse una detección palpable. Si hay un varón que tiene segregación a través del pezón es urgente que vaya al médico a revisión, es un síntoma de alerta”, dice al tiempo de señalar que este cáncer en los hombres es más agresivo, ya que tienen menor cantidad de tejido mamario.
Hombres atienden poco su salud mental
La salud mental es poco atendida por el género masculino debido a los roles de género e ideas equivocadas de la masculinidad, indica Edsel Alonso Villarreal, encargado del departamento de atención psicológica del Sistema Municipal DIF, en Puebla, quien precisa que dicho género tiene mayor tendencia a padecer depresión, ansiedad, uso de sustancias nocivas e ideación suicida.
“Existen algunos estigmas o roles de género. Entre los hombres muchas veces lo que ocurre es que tenemos que vernos fuertes ante la sociedad, entonces alguien que pide ayuda no se ve tan fuerte, bajo esa percepción de hombre, se cree que siempre podemos salir solos de los problemas”, indica.
El también psicólogo clínico expone que regularmente los hombres no solicitan ayuda o atención a su salud mental, incluso, menciona que en el consultorio que atiende en el DIF de la capital poblana solo uno de cada 10 de sus pacientes es del género masculino.
Insiste en que el suicidio y el consumo de sustancias nocivas son temas delicados en los que el paciente debe contar con ayuda profesional, ya que el abuso del alcohol o drogas impacta en la estadística de accidentes, que son la cuarta causa de muerte entre hombres en el país, aunque la segunda entre los jovenes.
De acuerdo con el último informe del INEGI sobre morbilidad, los hombres de entre 15 y 44 años fallecen, principalmente, por homicidios, seguido de accidentes; mientras que entre los 15 y 24 años la tercera causa de muerte es el suicidio y de los 25 a 44 años las enfermedades del corazón.
Sugieren cambio de paradigma en estrategias de salud
Ya que los hombres son menos proclives a realizarse estudios médicos preventivos y a atender síntomas de posibles enfermedades, es necesario cambiar el paradigma desde el cual se ponen a su disposición los servicios de salud y, principalmente, modificar el concepto social de la “masculinidad”, señalan ambos profesionales.
“Si nosotros tenemos esa visión de que somos los proveedores, los fuertes, entonces debemos tener también claro que no podemos faltarle a nuestra familia porque su salud, su bienestar, depende de nosotros, si nosotros no nos cuidamos, no tenemos la prevención de estarnos haciendo nuestro chequeo, evidentemente vamos a generar un costo económico más adelante a nuestra familia, al gobierno y somos un costo moral y social, porque una persona que crea dependencia es, queramos o no, una carga”, advierte el médico David Fernández.
Añade que el principal cambio lo deben promover los hombres, apegándose a tratamientos para controlar enfermedades como la diabetes e hipertensión, realizándose estudios de detección oportuna pero sobre todo, disminuyendo factores de riesgo como el sedentarismo, la mala alimentación, el consumo de alcohol y cigarro.
De nosotros depende alargar nuestra vida sana, porque en México tenemos un buen promedio de vida de 75 años, pero de vida sana se reduce hasta en 15 años por no cuidarnos, entonces de nosotros depende tener una buena calidad de vida y no ser una carga para la familia, para el Estado, reitera.
Respecto a la salud mental, el psicólogo Edsel Alonso considera que sociedad, gobierno, pero principalmente los hombres, tienen mucho que aportar para que mejore, comenzando por fomentar una visión distinta en los niños sobre el concepto de masculinidad y retirando el tabú en torno a la atención psicológica.
“Como tal, el factor de la salud mental tiene que ver con la primera infancia, si se crea un apego seguro estamos generando un adulto que gestione adecuadamente la parte emocional, sepa tomar decisiones y cómo comunicarse asertivamente”, acota.
Alonso afirma que es importante que la salud mental forme parte de las prioridades del gobierno, ya que es necesario incorporar a más profesionales de la psicología y psiquiatría a los servicios de salud para garantizar que cualquier hombre tenga la posibilidad de recibir atención.
“Creo que se deben abrir más espacios para psicólogos y psiquiatras, a veces lo que se tiene no es suficiente y acceder a una consulta en el sector privado puede ir de los 200 a los 800 pesos; entonces debe haber condiciones pero también la intención de la sociedad, muchas veces cuando he llevado pláticas y me acerco a ciertas colonias me dicen ‘es que yo no necesito un loquero’, y les digo ‘nosotros no tratamos locos, tratamos a personas que tienen ciertas problemáticas’”, concluye.
