“¡Te salvaste!”, le dijo una enfermera del Hospital de la Mujer cuando se presentó de urgencia por tener un aborto espontáneo. Ana se encontraba a pocos días de cumplir tres meses de gestación, lo que en Puebla significa la cárcel para muchas mujeres.
Ana tenía 22 años de edad cuando sufrió un aborto natural a pesar de su deseo de continuar con la vida que quería formar en su vientre.
En entrevista con El Sol de Puebla, Ana recordó que soportando el intenso dolor que le provocó la hemorragia y el desprendimiento de tejidos, además de “la presión en el pecho” por perder su embarazo, tuvo miedo de ser enviada a prisión por el delito de aborto.
“¡Te salvaste! Si tuvieras tres meses no estarías aquí, sino en el ministerio público para declarar, y en la cárcel”, recuerda las palabras de la primera enfermera que la atendió en julio del año pasado.
Con la esperanza de salvar su embarazo, la joven de 22 años llegó al Hospital de la Mujer en la colonia Agua Santa a las 5:30 de la mañana, sin embargo, alrededor de cuatro horas después fue atendida por un médico que le informó la ausencia de signos vitales en el feto.
Entre la sensación de vacío y el temor a entrar a una sala de cirugía para la extracción completa del producto de su embarazo, Ana rememora el sobresalto que se hizo presente en ella cuando escuchó el comentario de la primera persona con la que tuvo contacto al ingresas a la clínica.
Declaró que, si bien el resto de su experiencia conforme al trato que recibió por el personal del Hospital de la Mujer fue afable, hubiera deseado que no le hicieran el comentario lascivo en un momento de tanta tensión.
Un año después, lamenta haber perdido el embarazo que anhelaba culminar a la vez que reclama una ley estatal con la que las mujeres no teman decidir sobre su cuerpo o se sientan culpables de pasar un procedimiento “de por sí doloroso”.
ABORTAR EN PUEBLA
De acuerdo con el Código Penal del Estado, el aborto no es sancionable cuando es causado por “imprudencia de la mujer”; cuando el embarazo es producto de una violación; cuando la vida de la mujer corre peligro (“a juicio del médico que la asiste, oyendo éste el dictamen de otro médico”); o cuando se debe a causas eugenésicas graves, el temor por ser enjuiciada es latente en gran cantidad de mujeres.
Pues de acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública, de 2015 a 2019 se ha perseguido a 38 mujeres por este delito, a la vez que de 2009 a 2019, el Tribunal Superior de Justicia del estado ha sentenciado a once mujeres a la privación de su libertad.
Cabe destacar que a pesar de que en diciembre del año pasado se discutió una iniciativa de ley en el Congreso del Estado para despenalizar el aborto, únicamente se logró modificar el Artículo 342 del Código Penal para reducir las penas por este delito, para imponer de 6 meses a un año de prisión.