Los migrantes que parten de México hacia Estados Unidos por mejores condiciones de vida sí pueden cumplir su meta, pero en el camino se enfrentan a diversos sacrificios difíciles de transitar. Su caso fue un éxito, y espera que así sea para todos los poblanos y personas del país que se ven obligados a marchar por necesidad, compartió Erasmo Ponce, conocido también como El Rey de la Tortilla, quien triunfó gracias a este gremio en el extranjero.
Durante una conferencia realizada en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) Erasmo narró su experiencia al convertirse en uno de los migrantes poblanos más exitosos en el país vecino.
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Erasmo es originario de Chinantla, Puebla, y tuvo que pasar un largo camino para poder convertirse en uno de los empresarios con más venta de tortillas en Estados Unidos. No fue fácil, comentó, pero siempre supo que algo mejor le esperaría.
Durante su primer año de venta logró ganar cerca de 350 mil dólares, y en el siguiente duplicó más de la mitad sus ganancias, llegando a 800 mil dólares, presumió. Pero todo esto fue gracias a su constancia y perseverancia pese a las dificultades.
En su lugar de origen no existía la posibilidad de estudiar la secundaria, es decir, no podía aspirar ni siquiera a una carrera universitaria. Por esta razón, y desde temprana edad decidió salir de este municipio para buscar en la Ciudad de México su superación profesional.
Su padre había fallecido y su madre estuvo en Estados Unidos para poder ayudarlo económicamente. Aunque pasó solitario todo este proceso, no se dio por vencido, narró.
“Quería recibir educación, salir del ambiente de pobreza y marginación, por un tiempo estuve es Acatlán de Osorio y después poco a poco me fui por momentos a Estados Unidos”, señaló.
Su paso en el extranjero no fue fácil. Trabajó por un tiempo en una fábrica de maniquís con un bajo salario y mantuvo sus estudios a la par de su empleo. Casi no tenía descansos, hasta que un día encontró en las tortillas, un producto muy consumido en dicho país, una gran oportunidad de negocio.
Como un mensaje dirigido a la comunidad universitaria, El Rey invitó a no desistir de sus sueños, pero también a luchar por ellos, pues todos los frutos y recompensas vienen detrás de muchos sacrificios.