Las decisiones que tomó para manejar la crisis sanitaria al inicio de la pandemia por Covid-19, así como “intrigas” llevadas directamente a la Secretaría de Gobernación federal fue lo que mermó la relación del gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta, con el Gobierno de la República, reconoció el propio mandatario poblano.
Tras la salida de Olga Sánchez Cordero del gabinete federal, el gobernador del estado negó que hubiera una mala relación con la ex secretaria de Gobernación, pues dijo que la conoce de tiempo y en los últimos meses tuvo una “extraordinaria” relación con ella.
Explicó que fueron algunas decisiones que tomó al inicio de la pandemia lo que marcó algunas diferencias con el gobierno federal.
“Decisiones en Puebla que he tomado, por ejemplo, al arranque del coronavirus, que tuvimos algunas diferencias de visión porque yo asumí que las decisiones se tomaban en Puebla con los datos que teníamos en Puebla, entonces eso sí nos marcó algunas diferencias”.
Sumado a ello afirmó que hubo personajes, de los cuales no reveló nombres, que fueron directamente a la Secretaría de Gobernación a buscar inmunidad y generar intrigas en su contra.
“Intrigas, hay gente que se dedica a la intriga, algunos quejosos que hicieron impunidad yendo a tocar esa puerta de Bucareli, algunos señores, pero en los últimos meses nunca perdí el contacto con la secretaria Olga Sánchez Cordero, volví a tener una extraordinaria relación con ella”, señaló Miguel Barbosa sobre la relación con la exfuncionaria federal.
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