Pasar bajo el manto de la Virgen del Carmen fue una de lasprioridades fervorosas de los miles de feligreses que se dieroncita durante todo el día de ayer, en su fiesta, con la intenciónde pedir algunos milagros que tuvieron que ver, especialmente, conla salud, pero también para dar gracias por los ya concedidos porla imagen milagrosa.
Doña Eugenia perdió la vista hace algunos años, tiene más de70 años de edad, pero acudió llena de fe a la misa solemnecelebrada por el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa,donde una sola fue su oración: “Madre mía, dale salud a misojos”.
Como ella miles de poblanos se acercaron a la imagen a quien ledieron ofrendas, unos materiales, otros, espirituales, pues lomismo llevaron flores y otros arreglos que promesas a cambio de unmilagro: salud, trabajo, amor o protección a sus familias.
La Virgen del Carmen se considera como una de las advocacionesmarianas más milagrosas en Puebla. Esta orden religiosa tiene másde 430 años en la ciudad, por lo que, además de la fiestareligiosa, todo el barrio se vistió de fiesta ya que loscomerciantes informales se apoderaron de más de seis calles sobrela 16 de Septiembre con la venta de antojitos mexicanos y algunosobjetos religiosos.
El líder de la Iglesia Católica confirmó que la Virgen delCarmen es una advocación muy querida por los poblanos y explicóque desde el siglo XIII los ermitaños en el Monte Carmeloempezaron a difundir la devoción a ella, que en un principio fueconocida como la Virgen de Nazaret, de ahí nació la fe y lacelebración del 16 de julio.
Por esta y otras razones personas de todas las edades peroprincipalmente con algún tipo de enfermedad y de la tercera edadacudieron durante todo el día de ayer para pedir el milagro de lasalud, acompañados por sus familiares quienes se unieron a lasplegarias e incluso llegaron a derramar algunas lágrimas.
En todo un acontecimiento se convierte la fiesta, pues laspersonas contemplan a esta imagen como una de las más hermosas yesto las obliga a mostrar sus sentimientos frente a ella,agradecidos por el don de la vida, pero creyentes, también, parapedir por nuevos milagros que están seguros le seráncumplidos.
LA VERBENA
El inconfundible olor de las chalupas, los tacos de tripas, lascemitas de milanesa y carne enchilada, que comparten comoingrediente principal la manteca y aceite o la chanclas, pelonas yenvueltos de mole sedujo a los amantes de la gastronomía poblana;desde muy temprano muchos llegaron en busca del desayuno, rompiendoun poco la dieta de fin de semana y por la noche, ya para lacena.
El sazón fue bien evaluado por los comensales, pues algunospidieron más de una orden de chalupas otros más fueron por lostamales y los más aventureros gastronómicos aprovecharon bien lospostres y hasta las tradicionales paletas de hielo del barrio.
Así, como cada año, se mezclaron la verbena popular y lareligión en una de las fiesta patronales más importante de laciudad.