Karina Alducín Rodríguez desapareció en el 2016, luego de haberse enamorado de un hombre en Tehuacán. Su madre, Marisela Rodríguez, emprendió su propia búsqueda y luego de seis años interpuso una acción legal en contra del agente del ministerio público que llevó el caso, debido a que extravió las pruebas que pudieron dar con su paradero. Hoy pide al Poder Judicial y a la FGE no solapar ni proteger a este hombre.
Fue este 28 de septiembre cuando a las 13:30 horas se llevó a cabo una audiencia en el municipio de Tehuacán en contra de quien fue el agente del ministerio público, José Arturo N., encargado de la investigación por la desaparición forzada de Karina. Sin embargo, la madre teme que no se realice apegada a la ley y que por ser funcionario tenga influencias.
“Después de 6 años de su desaparición, seguimos sin avances para su pronta localización, responsabilidad de quien debió dirigir una investigación pronta y eficaz. Es así que, bajo la guía del agente en comento, se presentaron múltiples omisiones en la investigación, así como el extravío de datos elementales para encontrar a Karina”, expuso la madre.
¿Qué fue lo que ocurrió?
Karina se enamoró de un hombre llamado Oscar Isacc y días después acudió a un bar de nombre Imperio, en el cual su novio fue por ella. En las grabaciones se ve como este sujeto sale con ella del establecimiento, pero desde ahí jamás se desconoce su paradero.
La señora interpuso la denuncia correspondiente, pero las autoridades no la ayudaron. El bar del que salió le ofreció a la madre todas las grabaciones en dónde se puede ver que su hija, que en ese entonces tenía 21 años, sale bien del establecimiento, pero después las autoridades le dijeron que habían perdido los videos.
La prueba más grande que tiene la señora Marisela en contra del ex agente es la pérdida de la memoria USB que contenía videos en donde se podía ver la hora, el lugar y, y hasta el momento el principal sospechoso de la desaparición.
Marisela es parte del Colectivo Voz de los Desaparecidos desde hace algunos años y por tal motivo, este grupo se unió a la exigencia y solicitó al Tribunal Superior de Justicia del Estado de Puebla, a la Fiscalía General del Estado y a la Fiscalía Especializada en Investigación de Asuntos Internos en Puebla revisar el caso, no darle trato especial a José Arturo por ser agente de su organismo y mucho menos protegerlo.
“Hoy exigimos el desarrollo de una audiencia real y justa para las víctimas. Solicitamos que no por tratarse de un agente del ministerio público de la Fiscalía se pondere el proteccionismo, el solapamiento, el tráfico de influencias, sino que se aplique la ley en su justa dimensión sin distinción o influyentísimo”, publicó el Colectivo a través de un comunicado de prensa.
Actualmente, Marisela solo espera que las personas que se llevaron a su hija se arrepientan y digan en dónde está. Por ello, también pide que si alguien tiene información le marque de manera anónima para que le digan su paradero y si lamentablemente la mataron, que le informen en dónde está su cuerpo.
“Es lo único que ya le pido a Dios, que les toque su corazón y que nos hagan una llamada anónima o que en el Facebook nos digan. Denos un punto y con la Comisión vamos a buscar, a rastrear y encontrarla. Si mi hija está muerta por lo menos quiero sus restos”, concluyó.