"La corrupción mata" es una de las consignas que varios manifestantes se han apropiado para exigir justicia tras el desplome del Metro en Línea 12, sin embargo, es una realidad a la que se enfrentan varios constructores, arquitectos y Directores Responsables de Obra (DRO), ya que por “los moches” y el dinero extra que les piden en los trámites burocráticos, han llegado a comprar materiales de menor calidad para concretar sus construcciones.
En entrevista con este medio, varias personas que se dedican al ámbito de la construcción compartieron que la corrupción sigue latente en este gremio, ya que para poder construir les exigen varios permisos y en el proceso para el aval les piden más dinero de lo estipulado.
La corrupción empieza desde que desean sacar los permisos correspondientes como licencias para construcción, el permiso de para el banco de tiro y si son obras mayores los permisos relacionados con el impacto ambiental. Desde hace algunos años, estos trámites se han vuelto un “dolor de cabeza” y algo que debería de ser fácil y con un presupuesto fijo, termina siendo un martirio para los involucrados, por el tiempo, pero también por lo poco redituable.
Los entrevistados confirmaron que este tipo de situaciones y al desembolsar más presupuesto de lo previsto, los materiales que adquieren muchas veces son de menor calidad, no mala, pero si llegaron a comprar productos más baratos. Esto con el aval de las personas interesadas en la construcción.
Los entrevistados aseguraron que por su ética profesional nunca adquirieron materiales “inservibles”, pero consideran que muchos otros al estar desesperados por tener trabajo y sacar adelante algún proyecto aceptan construir con mala calidad y el resultado son desplomes como el que recientemente se vivió en el metro de la Ciudad de México o daños estructurales cuando hay sismos.
Las personas que compartieron su punto de vista prefirieron no dar sus nombres, ya que muchos de ellos temen a las represalias y que en un futuro no les den trabajo por señalar la serie de irregularidades que se sigue registrando en este gremio.
Este medio ya había dado a conocer que la contingencia sanitaria a raíz del coronavirus fue la gota que derramó el vaso para que los constructores, arquitectos y Directores Responsables de Obra (DRO) informaran acerca de las irregularidades que se registraron al interior de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente al inicio de la actual administración municipal, ya que los trabajadores les pedían "apoyos" para el avance de sus trámites y constantemente les rechazaron sus documentos para poder cobrarles dinero extra. Este hecho derivó en la salida de Beatriz Carreño de dicha dependencia.
En septiembre del año pasado El Sol de Puebla entrevistó a más de cinco afectados por las irregularidades que se dieron al interior de esta dependencia, la mayoría coincidió en que el trámite para la Terminación de Obra, así como las Licencias de Construcción, fueron los procesos con más extorsiones.