Muebles, electrodomésticos y vehículos quedaron dañados por la granizada que azotó ayer el norte de la capital poblana. Vecinos de la colonia Francisco I. Madero, la más afectada por la lluvia atípica, realizan el recuento de daños mientras tratan de rescatar parte de sus pertenencias durante las labores de limpieza.
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Fue una noche difícil para quienes viven en aquella colonia cercana al centro comercial Galerías Serdán; ya que el agua ingresó a sus viviendas alcanzando niveles de al menos 40 centímetros y hubo quienes quedaron atrapados porque una gruesa capa de hielo se formó en las calles.
Esta última realidad fue la que enfrentaron vecinos de los Fraccionamientos Los Alamos y Residencial Santa Cecilia, en donde el granizo se convirtió en una gran capa de hielo, de entre la cual flotaron vehículos estacionados en la calle.
Nora García López vive en el primero de los fraccionamientos y mostró a este diario que su casa se quedó sin puerta, ya que la fuerza del hielo y agua la desprendió. En la planta baja de su hogar se dañaron sus electrodomésticos y muebles, ya que por el nivel de la construcción el agua casi cubría un metro de altura.
“Fue algo muy fuerte ver cómo entraba el agua y la cantidad de hielo; el coche flotaba igual que el de los vecinos y cuando empezamos a limpiar para sacar el agua encontré hasta cosas de mis vecinos que la corriente arrastró”, comenta.
A unos metros de ahí, Lirio Azahalia González Luna, comparte que aunque en su casa el nivel de inundación fue menor ha corroborado que un refrigerador, un horno de microondas y muebles, como su sala, resultaron dañados por el agua.
Refirió que los cuerpos de emergencia coordinados por el Gobierno Estatal laboraron durante toda la noche para retirar el hielo de las entradas de las casas y apoyar a las familias para comenzar a sacar el agua de las viviendas.
Reflexiona que aunque es la primera vez que ocurre una inundación de este tipo por las lluvias, finalmente están en riesgo de que vuelva a ocurrir algo similar porque se encuentran en una zona de declive, que era un desfogue natural hacia el río Atoyac.
En este fraccionamiento y en el Residencial Santa Cecilia los cuerpos de emergencia comenzaron con la limpieza de cisternas para garantizar el acceso a agua potable, necesaria para continuar con las labores al interior de las viviendas.
En la calle Benito Juárez, que se hizo viral en redes sociales por la capa de hielo que la cubría tras la granizada, Marco Antonio López y René Teutli narraron que el agua les dañó muebles y, junto con sus vecinos, se dieron a la tarea de retirar el escombro para comenzar a sacarla.
Cerca de ahí, en la calle Aldama, Heriberto Conde mostró el patio de su vivienda con gran cantidad de granizo, ya que no ha tenido apoyo para retirarlo y teme que si vuelve a llover le genere una nueva inundación en su casa.
En la zona, esta mañana ingresó maquinaria para retirar el granizo de las calles, mismo que está siendo colocado en puntos cercanos a las coladeras para facilitar que, conforme avanza el deshielo, el agua vaya hacia el drenaje pluvial.
En las calles los vecinos apoyan con palas y picos para facilitar el deshielo del granizo, mientras otros continúan sacando agua de sus viviendas con apoyo de cubetas y recogedores.