Era la tarde del 24 de diciembre de 2018, a unas horas de nochebuena la noticia consternó a Puebla.
Lo primero que se supo fue que una avioneta se había estrellado en terrenos de cultivo entre los límites de los municipios de Juan C. Bonilla y Tlaltenango, minutos más tarde la historia dio un vertiginoso vuelco.
A través de Twitter, el propio presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, dio a conocer que no se trataba de una avioneta sino de un helicóptero, helicóptero en el que posiblemente iba la recién nombrada gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso, y su esposo, Rafael Moreno Valle, en ese entonces senador y quien también gobernó el estado justo un periodo antes.
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La gobernadora de Puebla nació un 17 de diciembre de 1973 en Tecamachalco y fue el 14 de diciembre de ese 2018 cuando se convirtió en la primera mujer en gobernar Puebla, luego de una polémica batalla legal tras la impugnación del proceso electoral por su entonces contrincante, Luis Miguel Barbosa Huerta.
Su esposo, Rafael Moreno Valle, fue gobernador de Puebla en el periodo 2010–2016; tras su mandato, el 23 de agosto de 2018, fue confirmado por el Instituto Nacional Electoral como senador plurinominal por el PAN.
Ambos estaban en la cúspide del poder, sin imaginar el fatídico destino que les aguardaba la tarde de ese 24 de diciembre de 2018 y que fue confirmado casi media hora después del tuit del presidente, por el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés:
La gobernadora Martha Erika Alonso Hidalgo y el senador Rafael Moreno Valle habían muerto.
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En efecto, el helicóptero siniestrado era el de la mandataria, una aeronave de la firma Augusta tipo AW109 propiedad de Servicios Aéreos del Altiplano S.A. de C.V. y que se estrelló 10 minutos después de haber despegado.
Un polémico vuelo, pues aunque se sabía que su destino era la Ciudad de México, las versiones de su partida cambiaron con el tiempo, en un principio se dijo que había salido del helipuerto del Triángulo de las Ánimas, sin embargo después se reveló que en realidad despegó de la casa del empresario y exdiputado, José Chedraui, incluso en marzo del 2019, se hizo público un video de la llegada de Alonso Hidalgo a la casa de quien fue íntimo amigo de la familia.
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Junto con la mandataria y el senador viajaban dos personas más: Roberto Coppe Obregón, quien era el piloto además de responsable de los viajes del Gobierno del Estado y Héctor Baltazar Mendoza, asistente del senador y exgobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle; ellos dos también fallecieron.
Así a tan sólo 10 días de su nombramiento y en la víspera de la navidad de 2018, la muerte de Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle de inmediato se volvió en noticia nacional y con ello, surgieron toda clase de teorías desde las que apuntaban a un atentado hasta las que aseguran que fue una muerte simulada.
Rumores que se alimentaron ante tardanza en las explicaciones de lo sucedido pues aunque el presidente López Obrador prometió llegar al fondo del caso, ello no pasó sino hasta marzo de este 2020, es decir un año y tres meses y medio después de la tragedia.
Para las investigaciones se conformó un equipo interdisciplinario que incluyó a peritos de Canadá, Estados Unidos e Italia quienes junto con la Fiscalía General de la República, la del Estado, la Agencia Estatal de Investigación, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes Federal (SCT) y la Secretaría de la Defensa Nacional, conformaron el dictamen final de lo ocurrido y que quedó reducido a una sola oración del titular de la SCT, Javier Jiménez Espriú:
“Pérdida de control del helicóptero debido a un alabeo repentino a la izquierda provocó que la aeronave se invirtiera en vuelo y se impactara”.
Fue así como se explicó el desplome de la aeronave, como un “accidente de causas múltiples” mecánicas, en las que además se englobaron dos tornillos flojos.
La presentación del dictamen señaló que el helicóptero tuvo un giro repentino a la izquierda debido a un desperfecto en el sistema que mantiene el equilibrio de la aeronave, ello provocado por dos tornillos flojos que intervenían en el funcionamiento de la pieza.
Las autoridades federales señalaron que desde el 18 de septiembre de 2017 el helicóptero presentaba fallas mecánicas que no fueron atendidas por lo que la falta de mantenimiento se sumó a las causas del accidente.
Incluso Jiménez Espriú señaló que pese a estas fallas mecánicas el helicóptero realizó 31 operaciones de vuelo e insistió que hubo una mala práctica de operación y fallas en el taller de mantenimiento.
Antes, en enero de 2019 se informó que la aeronave se estrelló en un ángulo de 60° lo que resulta en un hecho inusual, además de que la última comunicación que tuvo la aeronave fue en la torre de control del aeropuerto de Puebla; ahí, después de 10 minutos del despegue, se intentó establecer contacto en nueve ocasiones con el piloto, sin éxito alguno.
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