Al preguntarle a Danae Leyva su historia, relata que fue un cuento de hadas que terminó en una pesadilla. Ella, duró 10 años siendo novia de Manuel N., cinco años de casada y planearon muy entusiasmados tener una bebé. Fueron una pareja unida, que se ayudó mutuamente a crecer, pero todo cambió cuando la niña nació y desde ese entonces, llevan una “guerra campal” entre denuncias de violencia familiar y pensión alimenticia.

“El 19 de febrero del 2011 contraje matrimonio, y así duramos algunos años hasta que procreamos a nuestra hija en el 2015, pero lamentablemente desde el día que nació mi hija, me di cuenta que mi marido en ese entonces, el señor Manuel N., no tenía la mínima empatía por nuestra hija y mucho menos amor paternal. Desde que nació mi hija, el señor no quiso hacer vínculo y hacía comentarios despectivos hacia ella”, recordó.

Posteriormente, este hombre empezó a limitar el dinero para los alimentos, así como los gastos y para el 2016 cuando la bebé tenía un año, 3 meses de edad, Manuel las abandonó. “Fue entonces que decido demandar la pensión alimenticia en julio de 2017 y a partir de ahí es donde empezó a amenazarme y así he vivido, amedrentada por él hasta que me armé de valor y lo denuncié penalmente por violencia familiar en el año 2021”, comentó.

En el 2017, Manuel demandó por la guarda y custodia, pero la mujer cree que esta demanda sólo la hizo como venganza y porque ella solicitó pensión, no por el amor que tiene hacia su hija, ya que no mostró cariño los primeros meses de vida. Sin embargo, hasta el día de hoy, no han dictado sentencia.

“Nos obligan a ir al Cecofam donde a mi hija la han torturado psicológicamente y el señor faltó mes y medio de forma consecutiva, pese a ello, nadie ha hecho nada para suspenderlas, por lo que yo considero que revictimizan a mi hija cada 8 días que vamos. Vivimos una esclavitud”, lamentó.

Por todo lo anterior, ingresó una demanda por pérdida de patria potestad, pero en diciembre del 2022 el juez que llevó el caso absolvió al presunto deudor. No pudo apelar porque el abogado le cobraba 20 mil pesos y no tuvo dinero.

Danae tiene proceso por pensión alimenticia, guarda y custodia, pérdida de la patria potestad, carpeta de violencia familiar, abandono de persona e incumplimiento de alimento y en últimos años, solicitó a las autoridades un permiso judicial para que su hija saliera del país, ya que a ella le ofrecieron trabajo en España, sin embargo, se lo negaron argumentando que cada 8 días tiene que ver a su padre.

“Nos someten a seguir en México con una calidad de vida no tan buena pues yo tengo altibajos económicos y no es justo que sometan a mi hija y a mí en un estado de empobrecimiento y absteniéndonos de cosas cuando yo podría tener un trabajo estable es España y salvarnos de un violentador”, indicó.

Hay que mencionar que Manuel también fue a destruir la barda del domicilio en donde vive Danae y su hija, lo que está mujer lo considera como un acto egoísta y violento, ya que las dejó desprotegidas y vulnerables. En suma, también está llevando un juicio reivindicatorio de este terrero, ya que quieren quitárselo

“Manuel empezó a crear una estrategia jurídica para simular una baja en sus ingresos y así poder burlar a la autoridad, creó una empresa para después autoemplearse con un salario correspondiente al 10 por ciento de sus ingresos reales (…) este señor vive con lujos a costa de trasgredir los derechos que por ley le corresponden, vive como rey a costa de quitarle el bocado a su propia hija, sin importarle si ya comió si tuvo para sus tenis, si se durmió con el estómago vacío y lo peor de todo es que le quita oportunidades de viajar al extranjero”, criticó.

Si decidió hacer público su caso, fue porque quiere que las autoridades juzguen con perspectiva de género, que busquen el interés superior de la menor y que ya no permitan que este hombre “burle” a la ley con trucos judiciales para salirse con la suya. Actualmente, esta mujer es miembro del Frente poblano de Deudores Alimenticios.