Debido al cierre de espacios para el trabajo informal, parques, plazas, comedores populares e instituciones de refugio, las carencias de la población en situación de calle han incrementado.
El Observatorio de Género y Covid-19 en México señaló que las mujeres en situación de calle viven discriminación, escasez de alimentos y trabajo además del aumento de violencia policial y detenciones arbitrarias.
Junta a la organización civil, El Caracol, acusaron que las poblaciones callejeras son invisibilizadas de manera social, política e institucional pues son omitidas en los censos y en el diseño de políticas públicas, incluso se desconocen los datos de quienes residen en centros de alojamiento.
Además, comentaron que no existe información oficial del número de casos positivos de Covid-19 entre este sector de la población.
En el mismo sentido, expusieron que las mujeres que viven en situación de calle no cuentan con servicios sanitarios o acceso al agua y en suma son las responsables de los cuidados de sus hijos enfermos, y personas mayores, lo que aumenta el estrés que viven a diario al no saber cuándo podrán continuar con sus actividades habituales.
Por otra parte, denunciaron que con el supuesto objetivo de proteger la salud de los niños, niñas y adolescentes se ha separado a los menores de sus madres, en algunos casos, de manera violenta.
Debido a esto, el observatorio, la Comisión Nacional de Derechos Humanos y El Caracol exigieron a las autoridades que se implementen mecanismos para garantizar la protección de los infantes considerando la separación familiar como último recurso de manera temporal y excepcional.