Luego de que El Sol de Puebla dio a conocer que en los últimos ocho años, al interior de escuelas de educación básica se abrieron más de 200 carpetas de investigación por delitos de acoso sexual y violación, principalmente, José Leopoldo Castro Fernández de Lara, psicólogo de la Universidad Ibero Puebla, compartió algunos focos rojos en las infancias para identificar una probable agresión.
En suma, pidió a los tutores, así como madres y padres de familia que escuchen a las infancias y sean ellos su lugar seguro, ya que un menor de edad que está solo y que no puede hablar de lo que le ocurre, se vuelve una víctima más fácil para este tipo de agresores.
“Lo primero es que los niños tienen que sentir, no porque se les invente, sino porque es real, que son escuchados, un niño tiene que saber que es mirado por sus padres, porque si no hay nadie que lo escuche, eso lo vuelve vulnerable. Se vuelve vulnerable al ser introvertido, al no tener red de apoyo, que esté solo y que no hable de sus emociones, se vuelve una víctima fácil”, opinó.
El también académico dijo que muchos agresores optan por tener entre sus víctimas a menores de edad que no se comunican con sus padres, ya que así, no dirán nada del crimen. Además, ejercer en ellos culpa aprovechando este sentimiento de soledad.
“Es importante tener medidas preventivas y al mismo tiempo poder acompañarlos, que el niño sepa que es mirado, que tiene un espacio para ser escuchado. Es importante que se fomenten en él los vínculos sanos con otros niños de su edad, que hable de sus emociones y si los padres deben de estar presentes”, agregó.
Cuando llega a ocurrir una agresión sexual, los menores cambian su comportamiento, se vuelven introvertidos, algunos agresivos, se hacen del baño o hasta pueden presentar conductas de sexualidad, por tal motivo, el especialista sugiere estar atentos a cualquier cambio de actitud que tengan las infancias y tomar cartas en el asunto de manera inmediata.
“Los cambios de comportamiento siempre son alertas y el remedio y la prevención es estar mirando al niño. Los niños no dicen mentiras, más bien, las mentiras se dicen cuando lo que están contando no es bien recibido y el niño aprende que no puede decir eso, que hay una censura y entonces lo empieza a cambiar”, expuso.
Ante todo este contexto, Castro Fernández de Lara, exhortó a los padres a crear un ambiente de confianza en sus hogares. De igual modo, pidió a los maestros que pongan puntual atención en estas conductas y que permitan a los niños hablar de sus emociones.
Este medio, mostró un listado de los delitos ocurridos en las escuelas de educación básica, tanto públicas y privadas del estado desde el 2015 y hasta enero del presente año. Sin mencionar el nombre de los establecimientos educativos, se confirmó que el abuso sexual es el delito con más carpetas, con un total de 183.
De las 183 indagatorias, 64 tan sólo se abrieron el año pasado en el 2022, convirtiéndose en el año con más carpetas de investigación desde que se tiene registro. El reporte no indica la edad ni el sexo de la víctima, tampoco el estatus de la investigación.
El acoso sexual fue el segundo delito con más carpetas abiertas dentro de las escuelas poblanas, con un total de 56 registros. El año 2019 y el 2022 fueron los que tuvieron más incidencia con 12 denuncias, respectivamente. Posteriormente estuvo el delito de violación con 35 casos. La mayoría de los hechos ocurrieron en el 2017, pues ese año cerró con 10 hechos de este tipo.