El aumento al transporte público en la capital no debe ser una decisión unilateral, y es que hay que revisar los compromisos que asume el sector con los usuarios, señaló el presidente del Congreso de Puebla, Gabriel Biestro Medinilla.
En entrevista, comentó que entiende las necesidades que tiene este gremio, sin embargo, antes de un alza al pasaje hay que conocer las obligaciones que deberán de cumplir los concesionarios de las diversas rutas en la mejora de las unidades y el trato a los pasajeros.
“Se tiene que ver a cambio, los compromisos por parte del transporte que pudiera haber como el mejoramiento del servicio, de las unidades (…) es cierto que los transportistas están cargando con eso, pero también es cierto que a la ciudadanía se le debe de ofrecer algo”, declaró.
El diputado de Morena no quiso dar una cifra sobre la cantidad que sugeriría cobrar a los pasajeros porque es un tema de análisis del gobierno estatal con los líderes de las organizaciones transportistas, reuniones que aprobó. Asimismo, aclaró que no es oficial la cifra de 8 pesos.
Gabriel Biestro no supo decir si es necesario que se tenga que hacer modificaciones a la Ley de Transporte para regular las condiciones en las que se encuentran las unidades y su tiempo de vida, ya que dijo que “no se le puede cargar la mano a los transportistas”, pero reiteró que están a favor de garantizar un servicio adecuado a la ciudadanía.
Este jueves por la mañana, Arturo Loyola, integrante de la Unión de Transportistas del Estado de Puebla, informó en entrevista a una radiodifusora local que este mes sería dado a conocer el aumento al pasaje de dos pesos, para pasar de seis a ocho pesos.
En respuesta, Marco Antonio Méndez, líder de la organización Transportistas Unidos de la Región Valsequillo, señaló que “no es justo” que un representante hable por todas las organizaciones y que diera cifras que aún no eran oficiales.
“Ninguna organización debe de colgarse la medalla de: Yo soy el que peleó y subió el pasaje. No puede decir (Loyola) que sabe porque no es un negociador del transporte”, concluyó.
Desde 2018, las organizaciones de transportistas han argumentado un alza a los combustibles y refacciones para pedir un aumento de la tarifa, algunos de ellos han realizado protestas, incluso paros parciales.