José Guadalupe Sánchez Aviña, académico de la Universidad Iberomericana con doctorado en educación y especialista en política educativa, reconoció que la aprobación de la Ley Estatal de Educación fue apresurada, sin embargo, ya en el contexto de aquiescencia por parte del Congreso del Estado, lo que sigue es vigilar su aterrizaje y, de ser necesario, promover una modificación de la misma, tomando en cuenta que esta ley “no está escrita en piedra”.
“El Secretario de Educación ha establecido y manifestado en diferentes foros una expresión que me parece muy interesante, dice que la ley no está escrita en piedra y que finalmente van a estar atentos a participaciones de la ciudadanía para poder considerar algunos ajustes a esta ley. Esto me parece importante. La otra cuestión es que, habrá que participar para hacer posible el aterrizaje de esta ley en los términos que la población quiere”, compartió en entrevista con El Sol de Puebla.
Destacó si bien, no se tomó en cuenta a todas las voces que participan en el contexto educativo durante su aprobación, enfatizó que vienen otras etapas en las que la ciudadanía y las instituciones deben estar atentas para confirmar que la ley se ejecute de manera efectiva.
“La ley no es el punto de llegada, más bien, es el punto de partida porque viene una serie de etapas en la que puede participar la ciudadanía de una manera más directa. Justamente viene una etapa interesante porque, en los transitorios de la ley como en cualquier otra, solo se establecen los preceptos a seguir como un gran marco -por eso la coincidencia con el marco federal-, sin embargo, la parte que viene es justamente el aterrizar todo lo que se establece (…) es decir, cómo vamos hacer que opere”, indicó.
Por esta razón consideró que en esta fase es sumamente importante la participación de la ciudadanía en general y los entes que están directamente involucrados en su aplicación.
“Toda esta parte de la reglamentación es muy importante y en esta reglamentación, considero que tendríamos que estar mucho más presentes la ciudadanía ya sea como organizaciones no gubernamentales, las instituciones educativas y los diferentes actores sociales que podrían y deberían estar atentos a ver cómo es que se va aterrizar”.
Lo anterior debido a que a decir del especialista aún está abierta la posibilidad de que, ante una inadecuada orientación, se pueda generar una iniciativa de modificación. “(La Ley de Educación Estatal) no está cerrada, no debemos considerar que ya esta en definitiva y que no puede modificarse en este proceso de aterrizaje. La participación ciudadana va a ser muy importante y deberíamos estar vigilantes para que en el caso de detectar o confirmar -como algunos pensarían- cuestiones que no estaban bien establecidas en la ley, se pueda promover una modificación”, sentenció.
SE PODÍA HABER HECHO MUCHO MEJOR
Por su parte Francisco Maldonado, director de Servicios Escolares de la UPAEP, considera que esta ley pudo haber sido mejor, principalmente de manera más transparente y oportuna.
“En la Ley de Educación del Estado de Puebla, no todo está necesariamente mal ni todo tiene implicaciones negativas, aunque es cierto que se podía haber hecho mucho mejor y, sobretodo, de manera más transparente y oportuna; tuvieron un año para hacerla, pero decidieron sacarla en tres días lo cual, de entrada, ya da qué pensar”, compartió en un artículo que publicó con la comunidad estudiantil y académica de la institución.
Entre los varios puntos que aborda destaca que “la educación no puede tratarse ni regularse de la misma manera que los recursos naturales del país que son propiedad de la nación, y en los que el gobierno ´permite´ a los particulares su intervención a través de la figura de la ´concesión´”.
INCURRE EN EXCESOS INNECESARIOS, VULNERA OTROS DERECHOS Y LIBERTADES
Otra de las debilidades que Maldonado destaca es la carga excesiva de obligaciones que el Estado se impone a sí mismo “ya que, lo sabemos quiénes estamos en el sector, no tiene los recursos técnicos, económicos, académicos y humanos para cumplirlas”, menciona.
En resumen, enfatiza, esta recién aprobada Ley de Educación del Estado de Puebla “pudo ser mejor, no tenía que ser una copia de LGE sino una ´adecuación´ de ésta, incluso mejorando o subsanando disposiciones que no eran del todo claras o razonables, incurre en excesos innecesarios, vulnera otros derechos y libertades de personas e instituciones, pero lamentablemente tampoco es algo que no hayamos visto antes, con otras leyes en materia de educación y en muchas otras”, sostuvo.