Fueron cinco los negocios dedicados a la venta de carne los que estaban arrojando desechos ilegales en la capital poblana, uno se clausuró a inicios de marzo y el resto están en supervisión o con permisos suspendidos, informó el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta.
“Se trató de cuatro negocios de venta de carne que en su procesamiento provocan desechos y no tenían permisos de descargas residuales y usar el derecho de drenaje, están suspendidos y quiero aclarar que esto está vinculado a lo que ocurrió hace una semana cuando se clausuró uno y bueno, ahí se comunicaron unos a otros y cerraron (…) nos quedaban cuatro, ya se ejecutó y está la sanción y la clausura hasta que no cubran sus requisitos técnicos para volver a tener permiso y todo lo demás”, compartió.
Negó lo que hace unos días compartió el director de Normatividad y Regulación Comercial del Ayuntamiento de Puebla, Enrique Guevara Montiel, quien dijo que 50 locales de este tipo no podían laborar, ya que estos no estaban regularizados. Analizará en coordinación con las autoridades municipales revisar estos lugares, no sólo en la capital, sino en el resto de demarcaciones.
Fue el 2 de marzo cuando se registró un operativo en San Jerónimo Caleras para clausurar rastros de carne y se cerró uno por tirar desechos en los drenajes. Para el 7 de marzo el Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Puebla (Soapap) informó que, con el apoyo de la Secretaría de Seguridad Estatal, realizaron un operativo de inspección a 4 negocios de venta de carne.
Durante la inspección a estos comercios, 2 no tenían su razón social, permiso de descarga de aguas residuales, además no pagaban derecho de drenaje, de tal manera que fuera de lo que marca la ley en la materia, arrojan sus desechos, a través de tubos ocultos, a la barranca.
Sólo uno de los comercios realizaba su proceso de matanza en el rastro municipal, por lo que fue el único que contaba con licencia municipal vigente, mientras que los otros tres no acreditaron la procedencia de la carne que vendían, además, no exhibieron documentación oficial de certificación por parte de alguna autoridad de salud.