El principio de presunción de inocencia en el Sistema de Justicia Penal generó que la población penitenciaria tuviera una disminución porque existe la reparación del daño y los medios alternativos de solución para que las personas desahoguen su proceso en libertad, pero esta tendencia podría revertirse con la ampliación de delitos que ameritan prisión preventiva.
El académico de la Escuela Libre de Derecho, Edmundo Ramsés Castañón Amaro, refirió que va a influir que en el catálogo de delitos considerados como graves y con prisión preventiva oficiosa se incluyen los patrimoniales, ello generaría que más personas sean recluidas.
Ante el incremento de los delitos que ya merecen prisión preventiva oficiosa, como el robo a casa- habitación, el robo de combustible, robo a transporte de carga, abuso y violencia sexual en agravio de menores, feminicidio y otros, será más fácil llevar a más ciudadanos a los Centros de Reinserción Social.
Esta disposición Constitucional, aprobada hace apenas unos meses, no hará que disminuyan los índices de impunidad ni que se evite el fenómeno de “puerta giratoria”, ya que sólo ayuda a los Ministerios Públicos a tener fundamentos en su acusación, consideró.
“Se pensaba que con las medidas alternas de solución de conflicto se iba a disminuir la población reclusa, es cierto que hubo una disminución no tan significativa, sin embargo, podemos ir viendo en algunos estados de la República un incremento, porque no olvidemos que hay también prisión preventiva justificada que otorga el juez de control”, agregó.
Por su parte, Edgar Morales Hernández, académico de la Universidad Iberoamericana sostuvo que con el nuevo Sistema de Justicia Penal y el principio de presunción de inocencia se genera que haya menos personas en prisión porque se respetan los derechos de los acusados.
En su caso, el investigador consideró que pese al aumento de los delitos que ya ameritan prisión preventiva no habrá un incremento sustancial de las personas en penales, ya que no dejarán de existir los medios alternativos de solución de conflicto que busca privilegiar el nuevo sistema.
Expuso que más que un fenómeno de “puerta giratoria” en el que los probables delincuentes no van a la cárcel, la disminución de la población penitenciaria también se debe a que las personas ya no denuncian los delitos porque no ven que haya justicia por parte de las autoridades, en ese sentido, reducen delitos que perseguir.
“Este sistema tiene muchas ventajas a comparación del sistema anterior, pero desafortunadamente la gente toma a mal que los delincuentes salgan y tenemos el juicio oral que es el desahogo de pruebas completo en donde se van a valorar las investigaciones que se realizaron y van a decidir sobre la libertad de una persona”, dijo.