“No es la primera vez que se inunda nuestro hogar, pero no tenemos a donde ir”, compartió Lauro Díaz, uno de los vecinos a los que se les inundó su casa por el desbordamiento del Río Alseseca.
Lauro Díaz, vive en la colonia Alseseca desde hace 10 años, y aunque su casa está a un costado del río, no fue hasta hace 6 años que su inmueble se empezó a inundar en temporada de lluvias.
Las primeras veces sólo se llenaba de agua su patio, pero en últimos años “las lluvias se han intensificado”, hasta cubrir el primer piso de su casa.
Recuerda que hace un año y medio, Dinorah López, la esposa del exgobernador, Antonio Gali Fayad, los visitó después de una lluvia intensa que dio como resultado el desbordamiento del río. En aquella ocasión les prometió un sistema de alertamiento de inundaciones, sin embargo, el apoyo nunca llegó.
“La señora Dinorah nos prometió un sistema de alertamiento para que cuando el río pasara los niveles que están considerados normales, tomáramos nuestras precauciones, eleváramos nuestros muebles, recogiéramos papeles importantes, pero nunca llegó ese apoyo. Sólo nos dio una colchoneta, y pues duele ver como pierdes tus recuerdos”, relató.
Otra de las viviendas afectadas fue la de la señora Caritina Díaz, ella además de perder ropa, zapatos y documentos importantes, compartió que el agua de su cisterna se ensució con el agua que se desbordó y ahora no pueden bañarse, ni lavarse las manos del lodo que retiraron.
“Como a las 9 de la noche empezó a llover, y nunca pensamos que de un momento a otro el agua del río se nos vendría a nuestras casas. Sin el apoyo de los vecinos yo creo que ahorita estaría toda llena de agua”, dijo.
Por su parte, Sabina Estrada, dio a conocer que ella lleva un año viviendo en esta zona, renta su casa, y aunque ya “se le había metido el agua” en pasadas lluvias, en esta ocasión el agua se llevó muebles, descompuso el refrigerador, televisión y echó a perder su ropa.
“Ojalá el gobernador y la presidenta nos ayuden, pero que sea enserio y no de palabras. Por el momento sólo necesitamos agua, nos ayudarían mucho con una pipa para nuestros labores diarios”, comentó.
Tanto en esta colonia como en la colonia Miguel Negrete, se pudo ver la presencia de militares, que estuvieron ayudando a las familias a sacar el agua de las casas. También destaparon coladeras para que el agua fluyera y retiraron lodo de las entradas de las casas.
También se pudieron ver policías estatales, pero ellos sólo se limitaron a cerrar las calles para que vehículos no pasaran.