“No es por gusto”: arzobispo de Puebla respecto a reunión de homólogo con narcos

Rechaza que los sacerdotes busquen los acercamientos

Pilar Pérez

  · domingo 22 de abril de 2018

Foto: Pilar Pérez

Los sacerdotes que tienen acercamientos con delincuentes es porque tienen esa responsabilidad como representantes católicos y no por iniciativa propia, dijo el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa.

Lo anterior al ser cuestionada su opinión sobre el arzobispo de Chilpancingo, Guerrero, Salvador Rangel Mendoza, quien informó haber sostenido una reunión con narcotraficantes para negociar que no asesinen candidatos.

“Si por ahí no encontramos a esos hermanos pues tenemos que darles una palabra, no es tanto que nosotros queramos tomar el lugar de la autoridad a quien le corresponde esto o no es tanto que nosotros busquemos, pues nos los encontramos por ahí tenemos que escucharlos, tenemos que servirlos inclusive, qué le hacemos, pero no es por gusto”, sostuvo.

Por lo anterior consideró que su homólogo seguramente se encontró en una situación parecida y tuvo la obligación de decir a los delincuentes que no ejerzan la violencia.

“Cuando yo voy al triangulo rojo me encuentro con esa situación (necesidad de interactuar con gente del crimen organizado) y si hay gente que está en esa situación pues a veces yo los saludo”, dijo.

Explicó que los sacerdotes tienen diferentes responsabilidades entre las que está atender las peticiones de las comunidades y acudir a ellas aun cuando estas puedan representar algún tipo de riesgo.

Por ejemplo, comentó, que en muchas ocasiones le debe celebrar las ceremonias de adoración nocturna o bien, asistir a localidades del triángulo rojo aunque no pueda.

Por otra parte, tras la misa dominical donde dio a conocer que ningún sacerdote de la Arquidiócesis de Puebla ha sido amenazado o se tema por su seguridad, pero, tienen instrucciones para no caer en extorsiones o realizar las denuncias correspondientes.

Resaltó que a pesar de los dos asesinatos de sacerdotes en el país, como el de Izcalli o el de Guadalajara, en Puebla no ha solicitudes de seguridad adicional para los prelados, pero sí tiene instrucción de tomar medidas personales igual que cualquier otro ciudadano, aunque, si desatender sus obligaciones.