En la ciudad de Puebla al menos el 24.96 por ciento de los menores de edad no asiste a la escuela debido a diversos factores, ya sea por trabajo, falta de ingresos económicos o porque las familias no acostumbran mandar a los niños a alguna institución desde los tres años de edad.
De acuerdo con Martha Zárate Tinoco, secretaria ejecutiva del Sistema de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la entidad poblana (SIPINNA), en el municipio de Puebla existen 455 mil 577 niñas, niños, y adolescentes de 0 a 17 años.
Se sabe que, de ese universo, alrededor de 341 mil 880 menores de edad son los que acuden a preescolar, primaria, secundaria y bachillerato, lo que representa un total de 75.04 por ciento. Sin embargo, el 24.96 por ciento restante de tres a 17 años de edad no es inscrito a una institución educativa, pues en su mayoría trabaja.
“Las causas son diversas, pero se puede dar el caso de que los adolescentes no están llegando a la escuela porque están trabajando. En México hay una edad permitida para trabajar y es a partir de los 15 años, pero hay una regla, dice que deben trabajar solo seis horas”, subrayó.
Según los datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), hasta el 2020 se tenía registrado que 21 mil 723 adolescentes de 12 a 17 años eran explotados laboralmente, no obstante, a decir de Zárate Tinoco, hay niños de 12 años o menos que trabajan y no se contemplaron en los datos anteriores.
“Nosotros creemos que hay niños mucho más pequeños, menores de 12 años, que están trabajando, pero no están registrados”, señaló.
Expuso que mandar a trabajar a los menores de edad sin que se vele por sus derechos es parte de la violencia que se ejerce contra ellos, por lo que para eso se realizará un diagnóstico de casos de violencia en 45 municipios del estado de Puebla.
Si bien dijo que como tal no tienen una cifra exacta y el motivo por el que los menores abandonan sus estudios, en la pandemia de coronavirus muchos de ellos desertaron debido a que no tenían ingresos para solventar los gastos, lo que sumó una variable adicional.
Aunque puntualizó que hay más causas, pues no siempre es el tema económico, lo anterior es generador de violencia contra los niños, niñas y adolescentes. Incluso son ellos a quienes menos les pagan en las áreas de trabajo en comparación con un adulto.
“Todos los estudios nos señalan que es más de una causa y no siempre es el tema económico, es una violencia a los derechos de las niñas y los niños y hay que cuidar mucho eso porque a un niño que va a trabajar siempre le van a pagar menos que un adulto. Si quieres hablar de que entre más dinero a la casa manda a trabajar a los adultos”, concluyó.