De ser un fallido puerto seco en tiempos del exgobernador Mario Marín Torres, lo que prometió ser el complejo intermodal denominado La Célula, en Oriental, Puebla, será reinaugurado este lunes, pero ahora como el principal centro de distribución de insumos para el Ejército Mexicano e instituciones de seguridad pública en todo el país, la Nueva Industria Militar.
Este inmueble costó a los poblanos 450 millones de pesos, pero nunca recibió un solo centavo en retorno. Luego el exmandatario estatal Antonio Gali Fayad lo donó a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) durante la administración del expresidente Enrique Peña Nieto, quien se propuso trasladar ahí toda la capacidad física militar para producir armamento, vehículos, etcétera. Y aunque el proyecto no se concretó en su gestión, el actual titular del Poder Ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador, le dio el empuje para concluirlo.
En 2009, el exgobernador del estado, Mario Marín Torres, se comprometió a impulsar la economía de Oriental y otros municipios aledaños, como Libres, esto mediante la instalación de un complejo intermodal, que se conceptualizó como un polígono destinado a la instalación de empresas mexicanas y globales.
Sin embargo, el proyecto, que se constituyó incluso como un fideicomiso público, el cual costó a los contribuyentes alrededor de 450 millones de pesos, nunca generó un solo centavo de inversión.
Así, luego de ser traspasado por el gobierno estatal a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) durante el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto, López Obrador recuperó los planes de su antecesor para el sitio y empujó la creación de la Nueva Industria Militar, que alberga los talleres castrenses, desde armamento hasta vehículos, para todas las instituciones de seguridad pública del Estado mexicano.
Se pretende que el lugar sustituya las labores de producción que actualmente desarrolla el gobierno federal en el Estado de México y la Ciudad de México, donde se distribuye armamento y vehículos al Ejército y otras corporaciones nacionales.
Este nuevo proyecto, que tardó poco más de un sexenio en concretarse, promete recuperar los anhelos del municipio de Oriental por figurar nuevamente en el mapa económico de la entidad. No obstante, esta no es la primera vez que a los habitantes de esta demarcación, que decayó tras la desaparición del ferrocarril en la región, les prometieron algo idéntico.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2020 la población de Oriental era de 19 mil 903 habitantes, 20.1 por ciento más que una década atrás. De esta cifra, 12 mil 059 personas vivían en pobreza en ese momento, es decir, 61 por ciento.
Así comenzó la historia de Puerto Seco en el marinismo
A finales de la década de 1980, la prosperidad económica que por muchos años destacó a Oriental en el mapa, principalmente por su ubicación entre Veracruz y la capital del país, se derrumbó.
De acuerdo con lo expuesto por el exalcalde de Oriental, Leopoldo Barrón Salazar, en entrevista con El Sol de Puebla, la economía del municipio se estancó y desvaneció tras la despedida que dio el país al sistema de ferrocarriles nacionales para traslado de pasajeros y mercancías.
Ya en el nuevo milenio, el anuncio de varias inversiones en la demarcación levantó los ánimos de los habitantes. Uno de los proyectos más ambiciosos fue el de La Célula, que fue introducido como el plan insignia del exmandatario priista Marín Torres, quien hoy enfrenta un proceso judicial por el delito de tortura contra la periodista Lydia Cacho.
La visión del exgobernador, al menos en el plan ejecutivo, era establecer un polígono industrial con capacidad para recibir inversiones de todo el mundo y así crear empleos, tanto para los habitantes del municipio como del estado. También fue identificado como puerto seco, debido a su parecido con los complejos marítimos de transferencia de cargamentos.
Aunque inicialmente se consideraron 180 millones de pesos para su construcción, al final se le inyectaron 450 millones de pesos de los contribuyentes poblanos. Aun así, La Célula nunca recibió la inversión privada estimada en un inicio, desde su inauguración, en 2009, hasta su desatención, que ocurrió paulatinamente.
Por el contrario, el sitio fue abandonado y se convirtió en un espacio utilizado para la realización de carreras clandestinas, según relató uno de los pocos guardias de seguridad que resguardaba el lugar cuando estaba vacío.
El gobierno de Marín Torres justificó en su momento que la ausencia de inversionistas en Oriental no era por falta de interés o visión, sino más bien por la crisis que afectó a los mercados globales en 2008 y que los dejaba en la incertidumbre de saber si era o no el momento indicado para invertir.
La construcción de La Célula también obligó a más de mil ejidatarios a vender sus terrenos, que hoy componen las 600 hectáreas que abarca este complejo, que a su vez se dividen en dos predios, uno de 320 y otro de 280 hectáreas. Según registros hemerográficos nacionales, cada terrateniente obtuvo menos de 5 mil pesos por sus predios.
Moreno Valle lo llama 'elefante blanco'
Tiempo después, el exgobernador Rafael Moreno Valle Rosas, quien falleció en diciembre de 2018, calificó al sitio como “un elefante blanco”. Inclusive aseguró que cada inversionista interesado en Puebla era invitado a instalarse en La Célula, sin embargo, ninguno accedió. También dijo que su administración analizaría las posibilidades de relanzar el proyecto, pero no ocurrió.
Fue su sucesor, Antonio Gali Fayad, quien decidió formalizar la entrega de las más de 600 hectáreas a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que entonces era encabezada por Salvador Cienfuegos, quien sirvió en el gabinete de Peña Nieto.
Mediante una donación, el predio pasó a ser propiedad de la Federación, bajo la justificación de que el mismo ya no era útil para el Estado poblano, según asentó el exmandatario en la solicitud que envió al Congreso local para proceder con la enajenación de bienes.
El propio extitular de la Sedena compartió los planes de la dependencia para La Célula: convertirlo en la sede de la Industria Militar, y así generar, además, más de 5 mil empleos directos, así como 4 mil indirectos, en la región de Oriental. En 2017 se anunció la intervención del Campo Militar 25-E, que alberga dicho complejo, con una primera inversión de mil millones de pesos.
El proyecto se dividió en cinco etapas, cuatro de ellas relacionadas a la planeación y ejecución de las adecuaciones físicas del inmueble, así como de obras complementarias.
Todavía en el sexenio de Peña Nieto, la Sedena concluyó en 2017 la primera etapa del nuevo complejo. Se estimó entonces la instalación de una nave de ensamble, almacenes, alojamientos para el personal e inmuebles de seguridad para el sitio.
Un año después, durante la transición de poder entre Peña Nieto y López Obrador, el Ejército Mexicano terminó la segunda etapa, que incluyó la fábrica de plásticos y pinturas. También arribaron a Oriental más elementos castrenses para atender a los elementos que llegaron a laborar a la Industria Militar.
En 2019, ya en la nueva administración federal, se avanzó en la tercera fase del plan maestro, con la inversión de 10 mil millones de pesos. Entre los principales trabajos se encontraron la Planta de Tratamientos Térmicos y la Fábrica Central de Herramientas.
Durante ese año, el presidente López Obrador visitó Oriental junto al exgobernador Miguel Barbosa Huerta, quien perdió la vida en diciembre de 2022.
Nueva industria Militar
En su quinta y última etapa, el proyecto de La Célula proyectó en 2021 la instalación del Quinto Batallón de Servicio Especial de la Policía Militar, con su respectiva unidad habitacional con 84 viviendas. También se contemplaron las bases de los seis batallones, alojamientos femeninos, bancos y obras complementarias.
En la recta final del desarrollo de la Nueva Industria Militar, el actual gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, inauguró el Complejo Educativo Niños Héroes de Chapultepec, con el que se atenderá la demanda escolar de las más de 6 mil familias de elementos castrenses que llegarán a Oriental tras la inauguración del sitio.
El pasado 13 de febrero, el presidente López Obrador dio a conocer a través de su conferencia de prensa matutina que este lunes 19 de febrero visitará Puebla, en el marco de la conmemoración del Día del Ejército, con la finalidad de inaugurar la Nueva Industria Militar.
Así, el mandatario federal confió en que la transición de los trabajos operativos de la institución castrense a Puebla será una de las decisiones más trascendentes de su administración.
Finalmente, es importante destacar que la Nueva Industria Militar operaba hasta hace poco de forma simultánea con los talleres de la Sedena en Tecamachalco, Estado de México y Santa Fe, en Ciudad de México. Sin embargo, a partir de la culminación de la última etapa, se prevé que el gobierno federal traslade todas sus operaciones manufactureras a la entidad poblana.