Ocoyucan crece desmedidamente por zona de lujo de Lomas de Angelópolis

La expansión inmobiliaria desmedida provocó que, de 2010 a 2020, Ocoyucan creciera de forma inédita 65.9 por ciento

Daniela Hernández / El Sol de Puebla

  · martes 30 de julio de 2024

Ocoyucan se convirtió en víctima de un proceso de urbanización acelerada tras la construcción de las viviendas. Foto: Erik Guzmán / El Sol de Puebla

De los dos municipios en los que está asentado Lomas de Angelópolis, Ocoyucan es el territorio que se vio más afectado en su crecimiento poblacional, con un aumento del 65.9 por ciento en apenas una década. Esta cifra supera, incluso, la expansión de San Andrés Cholula, que fue de 53.7 por ciento, también de 2010 a 2020, según el último censo elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

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La expansión de este complejo residencial, ubicado al nororiente de Ocoyucan y el cual alberga viviendas de alto poder adquisitivo, influyó severamente en el desabasto de agua, la disfuncionalidad de la estructura urbana y, especialmente, en un problema social de segregación de la población originaria del territorio, señalan estudios albergados en los repositorios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).

Existe un gran contraste entre los nuevos asentamientos y el área urbana municipal, ocasionando una desigualdad social, cultural y urbana. A partir de la llegada de los conjuntos habitacionales dentro del territorio, la zona se ha visto dividida en dos entornos geográficos y sociales que coexisten y al mismo tiempo no comparten nada más que territorio”, señala el urbanista por la BUAP, Carlos Miguel Avilés Benítez, en su tesis titulada Estrategias de Planeación para el Municipio de Ocoyucan.

Zona rural fue devorada por zona Angelópolis. Foto: Julio César Martínez | El Sol de Puebla

Un borde divide a los originarios de Ocoyucan con Lomas

En el documento describe que hay áreas del territorio en donde la diferencia de sus calles, arquitectura y viviendas es notorio, creando un borde o línea entre ambos tipos de población: los originarios y los residentes de Lomas. Lo anterior ocurre como consecuencia de la falta de regulación del suelo, destaca.

En tanto, la expansión de este complejo de viviendas de lujo acentuó problemas para la población, principalmente del abastecimiento de agua y en el sistema de drenaje, pues los servicios actuales no crecen a la par de su población.

Dicho fenómeno, a su vez, evidenció otros problemas del municipio, tales como la falta de plantas tratadoras de aguas residuales, agrega Edna Rodríguez Salas, economista por la BUAP, en su investigación

La carencia permanente de recursos hídricos y las disfuncionalidades de los sistemas urbanos en la periferia de Ocoyucan, desde una perspectiva de génerola cual se encuentra albergada en el repositorio institucional de la UNAM.


La expansión de este complejo de viviendas de lujo, Lomas de Angelópolis, acentuó problemas para la población. Foto: Erik Guzmán / El Sol de Puebla


La urbanización ha sido acelerada y desproporcionada

Este municipio, en el que durante las últimas dos décadas su población no había crecido más del 10 por ciento, se convirtió en víctima de un proceso de urbanización acelerada tras la construcción de las viviendas que hoy, en conjunto, forman Lomas de Angelópolis, un proyecto que surgió en 2006.

De acuerdo con datos abiertos del Inegi, de 1990 al 2000, el municipio tuvo un crecimiento de 33.4 por ciento, mientras que para la década siguiente, de 2000 a 2010, apenas registró un aumento en su población del 8.8 por ciento. Pero la expansión inmobiliaria desmedida provocó que, de 2010 a 2020, Ocoyucan creciera de forma inédita 65.9 por ciento.

Ocoyucan ha sido parte de un fenómeno de urbanización acelerada y desproporcional dentro del Área Metropolitana de Puebla, como lo podemos constatar en su crecimiento demográfico, siendo el segundo municipio de todo el estado (de un total de 217), después de Cuautlancingo, con la mayor tasa de crecimiento de 2010 a 2020, alcanzando una cifra récord remarca Rodríguez.

Según la investigación, la industria inmobiliaria se benefició del bajo costo del suelo en Ocoyucan, condenando al municipio a la desmedida expansión de la mancha urbana, el crecimiento poblacional y, en consecuencia, al desplazamiento y segregación de su población, la explotación de sus recursos y la reconfiguración del espacio.

La población en Zerezotla es de 7 mil 656 personas, que habitan en 2 mil 846 viviendas. Foto: Iván Venegas / El Sol de Puebla

"De continuar con una tendencia de crecimiento territorial, el municipio de Ocoyucan tendrá mayores problemas de ordenamiento, crecimiento y desarrollo, se continuará con una tendencia de crecimiento desproporcional de la zona habitacional donde se encuentran los fraccionamientos y ocasionando una segregación espacial entre las localidades y personas del municipio; igualmente la pérdida de territorio destinado a las actividades primarias y el medio ambiente se verán afectadas", advierte, por su parte, Avilés.

La gestión urbana debe ser una prioridad para las autoridades municipales de Ocoyucan, señaló un experto. Foto: Erik Guzmán / El Sol de Puebla


Gestión urbana debe ser prioridad

El presidente municipal de Cuautlancingo, Filomeno Sarmiento Torres. Foto: Ayuntamiento de Cuautlancingo

Ante este escenario, la gestión urbana debe ser una prioridad para las autoridades municipales de Ocoyucan, así como para su población, destaca Avilés en su tesis.

También evidencia la obligación que tienen las autoridades locales de implementar un plan de carácter urbanístico que regule los asentamientos inmobiliarios y prohiba la edificación residencial y comercial en áreas de riesgo natural. También recomienda a la población fomentar la participación ciudadana, especialmente en la toma de decisiones de los asuntos públicos.

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Finalmente, Avilés detalla otras sugerencias a nivel normativo, como redactar un plan de espacios protegidos, con reservas de suelo para desarrollo urbano, protegido no urbano, y "sin actividad" (que incorporaría las zonas a preservar por sus valores naturales, históricos o culturales), así como la no colonización de nuevos territorios, y la no instalación de más complejos inmobiliarios.