El 31.1 por ciento de las poblanas que reportó un embarazo entre 2011 y 2016 sufrió al menos un tipo de violencia obstétrica, siendo Puebla la novena entidad a nivel nacional con más quejas presentadas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CDH), según un reporte del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE).
El informe “La Pieza Faltante. Justicia Reproductiva” especifica que algunos de los elementos que configuran la violencia obstétrica son la sobremedicalización del parto así como el uso de procedimientos de rutina sin consentimiento de las mujeres o en situaciones no justificadas, por ejemplo, la cesárea.
En Puebla el promedio de cesáreas entre 2012 y 2015 fue de 37.6 por ciento, cifra que está muy por encima de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que pide que sea entre 10 y 15 por ciento.
De la misma forma, el documento, exhibe que Puebla es la décimo tercera entidad con mayor índice de mujeres que sufrieron violencia obstétrica a nivel nacional entre 2011 y 2016. En tanto que entre diciembre de 2012 y octubre de 2017 la CDH recibió 35 quejas por estas causas, entre las cuales resultaron una conciliación, una recomendación y una recomendación aceptada.
El mismo documento expone que las principales manifestaciones de violencia obstétrica en México, en ese orden, son: gritos o regaños, retraso en la atención, la usuaria es ignorada, presión para aceptar un método anticonceptivo o esterilización, posiciones incomodas, ofensas o anestesia denegada.
Así como métodos anticonceptivos o esterilización involuntarias, firma involuntaria de papeles y que el bebé fue aislado de la madre por más de cinco horas.
A nivel nacional las mujeres sufrieron mayor violencia obstétrica en hospitales o clínicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), 40.8 por ciento; en otro hospital o clínica pública de la entidad federativa, 38.7 por ciento; en un centro de salud, 34.7 por ciento y en un hospital o clínica privada el 18.2 por ciento.
En la actualidad 24 entidades federativas, entre ellas Puebla, han incorporado definiciones de violencia obstétrica en sus respectivas leyes, lo que colabora “a reconocer que la violencia obstétrica es una forma específica de violencia institucional contra las mujeres y constituye una violación a los derechos humanos”, dice el GIRE.