La tercera onda de calor en México provocará altas temperaturas en Puebla, las cuales irán de los 35 a 40 grados centígrados y traerán consigo afectaciones a la salud, el costo de los insumos y las actividades cotidianas, así fue como lo aseguraron especialistas consultados por esta casa editorial.
En entrevista con El Sol de Puebla, Francisco Javier Sánchez Ruiz, profesor de la Facultad de Ingeniería Ambiental y Desarrollo Sustentable de la Universidad Popular del Estado de Puebla (UPAEP), detalló que este fenómeno es el calentamiento del aire en una zona, lo que tiene una duración de varios días.
- Te recomendamos: Clima en Puebla: ¿A cuántos grados estaremos en la semana?
Comentó que como parte de esta onda de calor se presentarán lluvias aisladas en algunas zonas como la capital poblana, pero al interior del estado habrá trombas y tormentas eléctricas, lo que podría ocasionar algunos daños físicos en las comunidades.
El especialista adelantó que al haber cambios considerables en el clima aumentará el costo de los insumos hasta en un 15 por ciento, adicional al que ya se había presentado con anterioridad debido a la sequía en el estado de Puebla.
Precisó que la falta de agua y el calor extremo serán los factores fundamentales que impactarán negativamente en las cosechas y con ello habrá una escasez de ciertos productos, los cuales tendrán un precio que lastimará el bolsillo de los consumidores.
“La afectación más directa es que muchos de los productos que son de primera necesidad van a ver incrementado su precio, principalmente porque se va a ver limitada la producción (…) muy probablemente se vean incrementados entre un 10 y un 15 por ciento adicional de lo que ya tenemos, precisamente por esta falta de lluvia”, dijo.
Deshidratación y dermatitis, las principales afectaciones
Asimismo, aseguró que habrá daños a la salud, puesto que pueden aumentar las infecciones en la piel, deshidratación, ansiedad e incluso enfermedades respiratorias que se pueden ocasionar por la falta de humedad en el aire.
Sobre los daños, el médico general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) en Puebla, Enrique José Torri Medina, aseveró que la deshidratación es la principal afección, puesto que la gente está acostumbrada a tomar menos de dos litros de agua al día.
Lo anterior puede traer consigo dolores de cabeza, diarreas, presión arterial baja y ojos hundidos principalmente, por ello es que lo ideal es tomar sueros, ya sean los que se entregan en los servicios de salud pública o realizar uno casero. Este se puede hacer de manera rápida y fácil, pues al agua simple se le coloca un poco de sal y limón, el remedio casero puede ayudar a retener líquidos ante la larga exposición al sol.
Precisó que son los menores de cinco años, así como los mayores de 75 años, los más propensos a presentar un cuadro de deshidratación, en este último caso por las comorbilidades que suelen presentar y la falta de ingesta de líquidos.
“La deshidratación y la dermatitis se encuentran dentro de los principales riesgos por la onda de calor (…) hemos visto muchos estados de deshidratación en adultos mayores y niños, en la última semana se han incrementado un 20 o 25 por ciento los signos de alarma de deshidratación, es bastante”, puntualizó.
Igualmente, el médico agregó que el calor provocará dermatitis, debido a que la larga exposición es un riesgo para la piel, pues puede causar pequeñas quemaduras, infecciones y principios de cáncer, entre otras consecuencias.
Es por ello que invitó a la ciudadanía a utilizar prendas de manga larga, evitar colores oscuros y de preferencia portar ropa color blanco, ya que así no se absorbería el calor. Además, hacer uso de bloqueador que tenga una larga protección y permanecer en la sombra.
Se sugiere evitar actividades al aire libre, en específico aquellas en las que no hay un techo, pues las temperaturas pueden ocasionar un golpe de calor.
Onda de calor puede durar casi un mes
Sánchez Ruiz, investigador de la UPAEP, añadió que en la universidad han realizado varios análisis sobre este fenómeno climático que en su mayoría es causado por los daños al ambiente, en donde se ha pronosticado que esta onda de calor puede tener una duración de 22 días.
Aseguró que las altas temperaturas seguirán, puesto que las lluvias solo son aisladas y esto desencadena que el calor persista. En ese sentido, agregó que terminando la onda de calor actual vendrá otra en agosto, pero tendrá una menor duración, ya que se espera sea de dos a cuatro días.
Mientras que será entre julio y septiembre cuando arranque formalmente la temporada de precipitaciones, la cual beneficiará al ambiente.
Explicó que de manera local en estos análisis que ejecutan en la UPAEP se han encontrado un patrón, mismo que está relacionado con la actividad del volcán Popocatépetl, dijo que las exhalaciones son la alerta sobre lo caluroso que puede estar Puebla. Por ello, mencionó que derivado de las explosiones del coloso es que la temperatura es mayor en la entidad.
Relató que hace siete años hubo un incremento a la temperatura de Puebla, la cual se registró por una onda de calor, en donde se alcanzaron los 35 grados centígrados, lo cual es parecido al panorama actual, pero el punto que sobresalió es que parte de este incremento se debió a la actividad volcánica.
“Hubo un año que se presentó con las mismas características, las exhalaciones o microsismos del volcán afectaron al clima (…) fueron una alerta, pues existe una correlación con el incremento de la temperatura, la actividad volcánica con la temperatura”, opinó.
Recalcó que en el 2016 el estado vivió temperaturas altas, pero no tanto como las que se presentan en este año, ya que es la primera vez que pasa algo similar. Acotó que anteriormente se podía pronosticar el clima como ahora, pero no se había alcanzado.
Francisco Sánchez sostuvo que es un panorama crítico no solo para Puebla, sino también para los demás estados, puesto que en el norte el calor es mayor y ahí se pronostica que la lluvia no llegue hasta septiembre y en un escenario más extremo es que sea octubre cuando las precipitaciones se presenten.
“En el norte del país la sequía se va a prolongar hasta finales de agosto y no van a tener agua hasta septiembre, va a ser más catastrófico en esa zona del país, pues se puede presentar hasta octubre”, finalizó.
Resultado de altas emisiones de dióxido de carbono
La ola de calor que azota a Puebla, que mantiene cifras elevadas, es resultado de las altas emisiones de dióxido de carbono en el aire, coincidieron académicos de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).
Mario Edgar Cordero Sánchez, docente de la Facultad de Ciencias Químicas de la UPAEP, expuso que en los últimos años se observó un aumento de dióxido de carbono (CO2) en el aire, lo que provocó el aumento en las temperaturas.
Descartó que el clima caluroso de la entidad sea el causante de esta contaminación o de otras afectaciones, como incendios forestales, pues este fenómeno es producto de una mala práctica en el cuidado del medio ambiente y el efecto invernadero que este presenta.
“Desde la actividad humana estamos provocando que este problema se acentúe, esta cambiando el clima porque las altas emisiones de CO2 provocan el calentamiento global”, sostuvo.
Por su parte, Luis Guadalupe Zárate López, docente de la misma unidad académica, explicó que este fenómeno de altas temperaturas también se debe a la intensidad de los rayos del Sol que tocan que la superficie terrestre y que el CO2 impide que salgan.
“Siendo honestos, si están elevadas (temperaturas)”, aseguró. De forma detallada, el académico refirió que el CO2 ha sido de las causas principales para percibir una ola de calor intensa, pues se formó una capa de esta sustancia en la parte superior de la Tierra que impide que el calor transite.
“De forma más fácil, podríamos decir que estamos en una olla donde llega el calor, este puede salir y distribuirse a otras partes, pero si le pones una tapa (que sería la capa de CO2), se encierra el calor porque no fluye”, dijo.
Los especialistas hicieron un llamado a alertarse por este fenómeno, dijo a ejecutar acciones que aminoren este problema, tales como cuidar el uso de las energías, disminuir el uso de vehículos y no desestimar las jornadas de verificación vehicular en el estado.