/ viernes 1 de diciembre de 2023

Pacientes con VIH siguen enfrentado mitos, estigmas y discriminación

Hasta el tercer trimestre de 2023 se reportaron 178 nuevos pacientes en Puebla, de los cuales 157 son hombres y 21 mujeres

“No se trata de preferencias sexuales, sino de una situación que podría pasarle a cualquiera”, aseguran pacientes con VIH al expresar que se debe acabar con mitos y estigmas hacia este virus, el cual, de no tratarse, puede desencadenar el SIDA y posteriormente la muerte. A esto se le suma la desinformación o falta de concientización de la ciudadanía, puntualizan especialistas médicos entrevistados por este diario.

A casi 40 años del primer caso del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) en Puebla, que fue en 1984, los diagnósticos siguen presentes, pues de acuerdo con el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH y el SIDA, hasta el tercer trimestre de 2023 se reportaron 178 nuevos pacientes, de los cuales 157 son hombres y 21 mujeres. Con esto suman 16 mil 575 personas con esta infección.

Por tanto, y a propósito del Día Mundial del SIDA, que se conmemora este 1 de diciembre, especialistas y personas con VIH llaman a no bajar la guardia contra este virus, puesto que cuando los ciudadanos tienen una vida sexual activa son propensos a adquirirlo.

El Virus de la inmunodeficiencia Humana (VIH), según indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una enfermedad de transmisión sexual, pero también puede haber casos de adquisición por accidentes de salud o en la gestación. Este debilita el sistema inmunitario, con lo que se afecta directamente a las defensas del cuerpo contra las infecciones y el cáncer. Mientras que el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) se trata de la fase más avanzada de la infección, por ello es que las personas con este diagnóstico pueden presentar otros padecimientos más graves.

Desinformación agrava condición de salud

Ante este panorama, Eduardo López Villalobos, coordinador de la Clínica Médica de Urgencias de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), comenta que persiste la desinformación en la sociedad, pero esto afecta directamente a quienes ya padecen la infección, pues compromete su salud.

Indica que a veces la gente pregunta sobre el VIH, pero lo hace en las fuentes menos confiables: los vecinos, amigos o hasta los familiares, quienes hablan a partir de su experiencia y esto no es certero.

Añade que a través de los rumores se fomentan los estigmas y mitos sobre la enfermedad y estos pasan de generación en generación, sin que sean información verídica. Incluso hay quienes llegan a consumir ciertos productos o realizar prácticas para presuntamente curar el VIH, sin embargo, no la hay.

Cualquier hombre o mujer que tenga una vida sexual activa y que no use métodos anticonceptivos de barrera puede adquirir la infección. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla

Platica que durante todo este tiempo ha habido varios estudios médicos para encontrar un tratamiento que elimine el virus de manera definitiva, pero a la fecha ninguno ha sido efectivo.

“La desinformación es algo que se ha visto, por eso es que se debe insistir en las campañas donde se dan a conocer las causas y todo lo que conlleva esta infección. Así la gente podrá tener en cuenta qué es lo que pasa con esta”, dice.

Luis Daniel Torres Ortigoza, jefe de Salud Pública del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado de Puebla (ISSSTEP), añade que la desinformación, en algunos casos, agrava el estado de salud de los pacientes.

Expone que se deben consultar fuentes fidedignas sobre salud, pues a través de estas se puede obtener datos sobre el VIH que han sido comprobados o que tienen un sustento científico.

Mitos sexuales también afectan

Por su parte, María Claudia Rivera Luna, coordinadora estatal de los programas de VIH, ITS y Hepatitis C en los Servicios de Salud del estado de Puebla, asegura que otra problemática que afecta a los pacientes es que piensan que solo las personas con ciertas orientaciones sexuales pueden tener VIH, por lo que no son responsables al momento de tener relaciones sexuales.

“Es muy importante acabar con el estigma hacia la orientación sexual y tener claro que el riesgo de adquirir VIH tiene que ver con las prácticas sexuales”, afirma.

Agrega que anteriormente se creía que solo los homosexuales se infectaban, pero era parte de un estigma y discriminación, debido a que cualquier hombre o mujer que tenga una vida sexual activa y que no use métodos anticonceptivos de barrera puede adquirir la infección.

Señala que el grupo etario de los 20 a 45 años, etapa en que las personas tienen más actividad sexual, son los más propensos, pero esto no significa que personas mayores a los 45 años no puedan adquirir el VIH.

Pese a que estadísticamente son los hombres los más afectados, no se asienta que ellos se asumen como homosexuales y tampoco significa que las mujeres no puedan infectarse. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla

Rivera Luna subraya que si bien estadísticamente son los hombres los más afectados, no se asienta que ellos se asumen como homosexuales y tampoco significa que las mujeres no puedan infectarse, por tanto, aconseja que cuando se tenga intimidad sexual se utilicen condones femeninos o masculinos, diafragma, entre otros dispositivos de prevención.

Se entregan medicamentos para evitar adquirir VIH

La coordinadora estatal de los programas de VIH, ITS y Hepatitis C informa que cuando una persona se ha expuesto a este virus puede solicitar la “PrEP” o mejor conocida como profilaxis, que es un medicamento contra el VIH y que se llama así porque se toma previo a infectarse, o el “PEP”, la profilaxis post-exposición, es decir cuando la persona considera que ya se expuso al virus.

No obstante, estos medicamentos solo pueden adquirirse en el Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención en SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual (CAPASITS), que se ubica en el Hospital General del Sur o a los Servicios de Atención Integral Hospitalario (SAIH) en el Hospital General de Tehuacán.

Esto no significa que al llegar se les da a todas las personas, sino que se les evalúa médica y psicológicamente para determinar si pueden tomar dicho tratamiento o no.

Aquellos que ya estuvieron expuestos al virus deben acudir en un lapso máximo de 72 horas, ya que es cuando los fármacos tienen un porcentaje más alto de eficacia, algo similar a lo que ocurre con la pastilla del día siguiente para prevenir embarazos no deseados.

“Si ya estuve expuesto, si se me rompió el condón o hubo relación forzada, tienen menos de 72 horas para acudir a los servicios y solicitar una Profilaxis post-exposición. A nivel mundial se ha identificado que los PREP suman para prevenir el VIH”, menciona la especialista.

La discriminación persiste

La funcionaria estatal reconoce que otro obstáculo a vencer es la discriminación a la que se enfrentan los pacientes, puesto que a veces son rechazados de sus círculos cercanos como amigos y familia, lo que afecta a quienes tienen esta infección, pues temen hacer público su diagnóstico.

Anteriormente se creía que solo los homosexuales se infectaban, pero era parte de un estigma y discriminación. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla

En ese sentido, Onan Vásquez Chávez, vocal de la sociedad civil en el Consejo para la Prevención y el Control del VIH y el SIDA de Puebla, así como presidente del Consejo directivo de “No dejarse es Incluirse vida Plena Puebla”, apunta que los mitos hacia los pacientes han generado que algunas personas tengan temor de ser juzgadas a la hora de ir a los servicios de salud, incluso para pedir empleo.

Asevera que no se trata de solo una infección sexual, ya que se sabe que puede haber varias formas de transmisión, como de madre a hijo (en el vientre), cuando se utiliza una jeringa que usó un paciente con VIH, por relaciones sexuales y algún accidente de trabajadores de la salud. Esto es lo que a veces no queda claro para toda la sociedad y lo que provoca que las personas con esta infección pierdan hasta su trabajo.

Recuerda que en Puebla hace un par de años se viralizó el caso de un joven que fue despedido de una línea de autobuses de viaje debido a que se descubrió que tenía VIH y este no ha sido el único, puesto que desde su cargo ha conocido varias situaciones parecidas.

Incluso, cuenta que en algunos casos al solicitar empleo las empresas hacen pruebas de detección sin el consentimiento de los postulantes, por lo que al salir positivo no les dan la vacante. Además, hay personas que son hostigadas en su trabajo a fin de que renuncien por cuenta propia o de forma directa los despiden.

“Está ocurriendo que por prejuicios están cometiendo esta violencia de derechos humanos contra cualquier persona. Sí es necesario que haya mayor difusión para derribar estos mitos”, opina.

Expresa que entre quienes padecen esta enfermedad existe miedo a ser rechazados, discriminados, violentados, incluso ser asesinados solo por prejuicios infundados, por ello es que los pacientes no hablan de su condición. Recalca que debe haber mayor difusión sobre el VIH, ya que la infección se puede controlar y con el tratamiento adecuado los diagnosticados pueden llevar una vida plena.

Irving, víctima de la discriminación

El claro ejemplo de que existe la discriminación es el caso de Irving, de 23 años de edad, quien al ser diagnosticado con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) tuvo miedo de decirle a su familia, por lo que durante dos años mantuvo su condición con mucha discreción.

El claro ejemplo de que existe la discriminación es el caso de Irving, quien al ser diagnosticado con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). Foto: José Luis Bravo | El Sol de Puebla

Relata que había escuchado de la infección, pero nunca pensó que se infectaría. Se enteró en una jornada de salud en su universidad, donde le hicieron una prueba rápida y salió positiva, fue ahí cuando sintió que “el mundo se le caía”.

Al ser una noticia que nunca había esperado no supo cómo decirle a su familia y de forma independiente acudió a los servicios del estado para que lo atendieran, le recetaron retrovirales y le explicaron que podía tener una vida de calidad si seguía su tratamiento médico. Así fue como por dos años escondió la enfermedad a sus seres queridos.

Comenta que no fue nada fácil, pero sentía que no iba a tener apoyo de sus padres y hermanas si decía lo que ocurría, y así pasó, pues en una ocasión dejó sus fármacos en una de sus chamarras y su madre los encontró, al principio no supo de qué se trataba, pero una de las hermanas de Irving investigó y encontró que eran para controlar el VIH. Su madre lo enfrentó y él dijo la verdad, posteriormente sus padres lo echaron de casa y tuvo que rentar con unos amigos, quienes lo ayudaron para encontrar un empleo, sobrellevar la enfermedad y no descuidar la escuela.

“Mis papás se enojaron mucho, me dijeron que me fuera de la casa y que no regresara. Me dolió en el alma todo lo que pasó, pero también me di cuenta de que a veces la familia son los amigos que eliges, yo me quedo con ellos”, lamenta.

A su vez, Daniel Toxqui Aquino, diagnosticado desde hace 20 años, agrega que es por ello que debe existir más difusión sobre el VIH, puesto que no bastan las campañas de un mes o de dos días, ya que una persona puede adquirir el virus cualquier día del año o querrá hacerse una prueba en cualquier momento.

“Si la información estuviera mejor articulada, podríamos evitar que más personas sean despedidas de sus trabajos, que más personas no sean excluidas de sus familias. Hacer que cada vez menos personas encuentren barreras como construir una familia o un círculo de amistad”, puntualiza.

Cuando se diagnostica una persona con VIH es altamente probable que haya adquirido la infección tres años antes. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla

Considera que son insuficientes las unidades médicas del sector público donde se pueden atender los pacientes, puesto que hay solo dos en la entidad poblana y hay quienes tienen que viajar más de dos horas por una consulta o medicamentos.

“Parece que nunca será suficiente y siempre hay que trabajar para que los gobiernos tengan los insumos suficientes para atender a quienes lo necesitan”, insiste.

Si bien está por habilitarse un centro de Servicios de Atención Integral Hospitalario (SAIH) en Zacatlán, opina que debe haber más, tal y como pasa con las clínicas de atención familiar.

En respuesta a esto, María Claudia Rivera, coordinadora estatal de los programas de VIH, ITS y Hepatitis C, asegura que es un nuevo paso para avanzar en la cobertura de salud para todos y todas. Invita a que los ciudadanos sin seguridad social acudan a las unidades de salud y soliciten una prueba rápida de detección, la cual es gratuita.

“Se les invita a las personas que tengan una vida sexual activa, acercarse a los centros de salud y solicitar su prueba, incluso a su rutina de chequeo anual de salud, incorporar una prueba de VIH y en los servicios de salud del estado de Puebla se encuentran pruebas rápidas”, subraya.

Destaca que cuando se diagnostica una persona con VIH es altamente probable que haya adquirido la infección tres años antes, por ello subraya la importancia de las pruebas de detección por lo menos una vez al año. De hacer una detección temprana el paciente puede tener una vida de calidad, mientras que cuando se hace en una etapa avanzada a veces ya no hay mucho por hacer.

“La única manera de hacer frente y controlar la infección es que las personas tomen en cuenta las pruebas de VIH y, para las personas diagnosticadas, mantenerse en los servicios de salud para no deteriorarse”, finaliza.

“No se trata de preferencias sexuales, sino de una situación que podría pasarle a cualquiera”, aseguran pacientes con VIH al expresar que se debe acabar con mitos y estigmas hacia este virus, el cual, de no tratarse, puede desencadenar el SIDA y posteriormente la muerte. A esto se le suma la desinformación o falta de concientización de la ciudadanía, puntualizan especialistas médicos entrevistados por este diario.

A casi 40 años del primer caso del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) en Puebla, que fue en 1984, los diagnósticos siguen presentes, pues de acuerdo con el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH y el SIDA, hasta el tercer trimestre de 2023 se reportaron 178 nuevos pacientes, de los cuales 157 son hombres y 21 mujeres. Con esto suman 16 mil 575 personas con esta infección.

Por tanto, y a propósito del Día Mundial del SIDA, que se conmemora este 1 de diciembre, especialistas y personas con VIH llaman a no bajar la guardia contra este virus, puesto que cuando los ciudadanos tienen una vida sexual activa son propensos a adquirirlo.

El Virus de la inmunodeficiencia Humana (VIH), según indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una enfermedad de transmisión sexual, pero también puede haber casos de adquisición por accidentes de salud o en la gestación. Este debilita el sistema inmunitario, con lo que se afecta directamente a las defensas del cuerpo contra las infecciones y el cáncer. Mientras que el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) se trata de la fase más avanzada de la infección, por ello es que las personas con este diagnóstico pueden presentar otros padecimientos más graves.

Desinformación agrava condición de salud

Ante este panorama, Eduardo López Villalobos, coordinador de la Clínica Médica de Urgencias de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), comenta que persiste la desinformación en la sociedad, pero esto afecta directamente a quienes ya padecen la infección, pues compromete su salud.

Indica que a veces la gente pregunta sobre el VIH, pero lo hace en las fuentes menos confiables: los vecinos, amigos o hasta los familiares, quienes hablan a partir de su experiencia y esto no es certero.

Añade que a través de los rumores se fomentan los estigmas y mitos sobre la enfermedad y estos pasan de generación en generación, sin que sean información verídica. Incluso hay quienes llegan a consumir ciertos productos o realizar prácticas para presuntamente curar el VIH, sin embargo, no la hay.

Cualquier hombre o mujer que tenga una vida sexual activa y que no use métodos anticonceptivos de barrera puede adquirir la infección. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla

Platica que durante todo este tiempo ha habido varios estudios médicos para encontrar un tratamiento que elimine el virus de manera definitiva, pero a la fecha ninguno ha sido efectivo.

“La desinformación es algo que se ha visto, por eso es que se debe insistir en las campañas donde se dan a conocer las causas y todo lo que conlleva esta infección. Así la gente podrá tener en cuenta qué es lo que pasa con esta”, dice.

Luis Daniel Torres Ortigoza, jefe de Salud Pública del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado de Puebla (ISSSTEP), añade que la desinformación, en algunos casos, agrava el estado de salud de los pacientes.

Expone que se deben consultar fuentes fidedignas sobre salud, pues a través de estas se puede obtener datos sobre el VIH que han sido comprobados o que tienen un sustento científico.

Mitos sexuales también afectan

Por su parte, María Claudia Rivera Luna, coordinadora estatal de los programas de VIH, ITS y Hepatitis C en los Servicios de Salud del estado de Puebla, asegura que otra problemática que afecta a los pacientes es que piensan que solo las personas con ciertas orientaciones sexuales pueden tener VIH, por lo que no son responsables al momento de tener relaciones sexuales.

“Es muy importante acabar con el estigma hacia la orientación sexual y tener claro que el riesgo de adquirir VIH tiene que ver con las prácticas sexuales”, afirma.

Agrega que anteriormente se creía que solo los homosexuales se infectaban, pero era parte de un estigma y discriminación, debido a que cualquier hombre o mujer que tenga una vida sexual activa y que no use métodos anticonceptivos de barrera puede adquirir la infección.

Señala que el grupo etario de los 20 a 45 años, etapa en que las personas tienen más actividad sexual, son los más propensos, pero esto no significa que personas mayores a los 45 años no puedan adquirir el VIH.

Pese a que estadísticamente son los hombres los más afectados, no se asienta que ellos se asumen como homosexuales y tampoco significa que las mujeres no puedan infectarse. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla

Rivera Luna subraya que si bien estadísticamente son los hombres los más afectados, no se asienta que ellos se asumen como homosexuales y tampoco significa que las mujeres no puedan infectarse, por tanto, aconseja que cuando se tenga intimidad sexual se utilicen condones femeninos o masculinos, diafragma, entre otros dispositivos de prevención.

Se entregan medicamentos para evitar adquirir VIH

La coordinadora estatal de los programas de VIH, ITS y Hepatitis C informa que cuando una persona se ha expuesto a este virus puede solicitar la “PrEP” o mejor conocida como profilaxis, que es un medicamento contra el VIH y que se llama así porque se toma previo a infectarse, o el “PEP”, la profilaxis post-exposición, es decir cuando la persona considera que ya se expuso al virus.

No obstante, estos medicamentos solo pueden adquirirse en el Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención en SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual (CAPASITS), que se ubica en el Hospital General del Sur o a los Servicios de Atención Integral Hospitalario (SAIH) en el Hospital General de Tehuacán.

Esto no significa que al llegar se les da a todas las personas, sino que se les evalúa médica y psicológicamente para determinar si pueden tomar dicho tratamiento o no.

Aquellos que ya estuvieron expuestos al virus deben acudir en un lapso máximo de 72 horas, ya que es cuando los fármacos tienen un porcentaje más alto de eficacia, algo similar a lo que ocurre con la pastilla del día siguiente para prevenir embarazos no deseados.

“Si ya estuve expuesto, si se me rompió el condón o hubo relación forzada, tienen menos de 72 horas para acudir a los servicios y solicitar una Profilaxis post-exposición. A nivel mundial se ha identificado que los PREP suman para prevenir el VIH”, menciona la especialista.

La discriminación persiste

La funcionaria estatal reconoce que otro obstáculo a vencer es la discriminación a la que se enfrentan los pacientes, puesto que a veces son rechazados de sus círculos cercanos como amigos y familia, lo que afecta a quienes tienen esta infección, pues temen hacer público su diagnóstico.

Anteriormente se creía que solo los homosexuales se infectaban, pero era parte de un estigma y discriminación. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla

En ese sentido, Onan Vásquez Chávez, vocal de la sociedad civil en el Consejo para la Prevención y el Control del VIH y el SIDA de Puebla, así como presidente del Consejo directivo de “No dejarse es Incluirse vida Plena Puebla”, apunta que los mitos hacia los pacientes han generado que algunas personas tengan temor de ser juzgadas a la hora de ir a los servicios de salud, incluso para pedir empleo.

Asevera que no se trata de solo una infección sexual, ya que se sabe que puede haber varias formas de transmisión, como de madre a hijo (en el vientre), cuando se utiliza una jeringa que usó un paciente con VIH, por relaciones sexuales y algún accidente de trabajadores de la salud. Esto es lo que a veces no queda claro para toda la sociedad y lo que provoca que las personas con esta infección pierdan hasta su trabajo.

Recuerda que en Puebla hace un par de años se viralizó el caso de un joven que fue despedido de una línea de autobuses de viaje debido a que se descubrió que tenía VIH y este no ha sido el único, puesto que desde su cargo ha conocido varias situaciones parecidas.

Incluso, cuenta que en algunos casos al solicitar empleo las empresas hacen pruebas de detección sin el consentimiento de los postulantes, por lo que al salir positivo no les dan la vacante. Además, hay personas que son hostigadas en su trabajo a fin de que renuncien por cuenta propia o de forma directa los despiden.

“Está ocurriendo que por prejuicios están cometiendo esta violencia de derechos humanos contra cualquier persona. Sí es necesario que haya mayor difusión para derribar estos mitos”, opina.

Expresa que entre quienes padecen esta enfermedad existe miedo a ser rechazados, discriminados, violentados, incluso ser asesinados solo por prejuicios infundados, por ello es que los pacientes no hablan de su condición. Recalca que debe haber mayor difusión sobre el VIH, ya que la infección se puede controlar y con el tratamiento adecuado los diagnosticados pueden llevar una vida plena.

Irving, víctima de la discriminación

El claro ejemplo de que existe la discriminación es el caso de Irving, de 23 años de edad, quien al ser diagnosticado con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) tuvo miedo de decirle a su familia, por lo que durante dos años mantuvo su condición con mucha discreción.

El claro ejemplo de que existe la discriminación es el caso de Irving, quien al ser diagnosticado con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). Foto: José Luis Bravo | El Sol de Puebla

Relata que había escuchado de la infección, pero nunca pensó que se infectaría. Se enteró en una jornada de salud en su universidad, donde le hicieron una prueba rápida y salió positiva, fue ahí cuando sintió que “el mundo se le caía”.

Al ser una noticia que nunca había esperado no supo cómo decirle a su familia y de forma independiente acudió a los servicios del estado para que lo atendieran, le recetaron retrovirales y le explicaron que podía tener una vida de calidad si seguía su tratamiento médico. Así fue como por dos años escondió la enfermedad a sus seres queridos.

Comenta que no fue nada fácil, pero sentía que no iba a tener apoyo de sus padres y hermanas si decía lo que ocurría, y así pasó, pues en una ocasión dejó sus fármacos en una de sus chamarras y su madre los encontró, al principio no supo de qué se trataba, pero una de las hermanas de Irving investigó y encontró que eran para controlar el VIH. Su madre lo enfrentó y él dijo la verdad, posteriormente sus padres lo echaron de casa y tuvo que rentar con unos amigos, quienes lo ayudaron para encontrar un empleo, sobrellevar la enfermedad y no descuidar la escuela.

“Mis papás se enojaron mucho, me dijeron que me fuera de la casa y que no regresara. Me dolió en el alma todo lo que pasó, pero también me di cuenta de que a veces la familia son los amigos que eliges, yo me quedo con ellos”, lamenta.

A su vez, Daniel Toxqui Aquino, diagnosticado desde hace 20 años, agrega que es por ello que debe existir más difusión sobre el VIH, puesto que no bastan las campañas de un mes o de dos días, ya que una persona puede adquirir el virus cualquier día del año o querrá hacerse una prueba en cualquier momento.

“Si la información estuviera mejor articulada, podríamos evitar que más personas sean despedidas de sus trabajos, que más personas no sean excluidas de sus familias. Hacer que cada vez menos personas encuentren barreras como construir una familia o un círculo de amistad”, puntualiza.

Cuando se diagnostica una persona con VIH es altamente probable que haya adquirido la infección tres años antes. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla

Considera que son insuficientes las unidades médicas del sector público donde se pueden atender los pacientes, puesto que hay solo dos en la entidad poblana y hay quienes tienen que viajar más de dos horas por una consulta o medicamentos.

“Parece que nunca será suficiente y siempre hay que trabajar para que los gobiernos tengan los insumos suficientes para atender a quienes lo necesitan”, insiste.

Si bien está por habilitarse un centro de Servicios de Atención Integral Hospitalario (SAIH) en Zacatlán, opina que debe haber más, tal y como pasa con las clínicas de atención familiar.

En respuesta a esto, María Claudia Rivera, coordinadora estatal de los programas de VIH, ITS y Hepatitis C, asegura que es un nuevo paso para avanzar en la cobertura de salud para todos y todas. Invita a que los ciudadanos sin seguridad social acudan a las unidades de salud y soliciten una prueba rápida de detección, la cual es gratuita.

“Se les invita a las personas que tengan una vida sexual activa, acercarse a los centros de salud y solicitar su prueba, incluso a su rutina de chequeo anual de salud, incorporar una prueba de VIH y en los servicios de salud del estado de Puebla se encuentran pruebas rápidas”, subraya.

Destaca que cuando se diagnostica una persona con VIH es altamente probable que haya adquirido la infección tres años antes, por ello subraya la importancia de las pruebas de detección por lo menos una vez al año. De hacer una detección temprana el paciente puede tener una vida de calidad, mientras que cuando se hace en una etapa avanzada a veces ya no hay mucho por hacer.

“La única manera de hacer frente y controlar la infección es que las personas tomen en cuenta las pruebas de VIH y, para las personas diagnosticadas, mantenerse en los servicios de salud para no deteriorarse”, finaliza.

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