A punto de la saturación, aunque con unas 35 mil fosas,equivalentes al 70 por ciento de las 50 mil que se estima existenen total en la ciudad, así se encuentran los 41 panteones en elmunicipio de Puebla.
En las celebraciones del Día de Muertos, fecha en que la gentevuelve a los cementerios a acompañar a sus seres queridos en suúltima morada, los camposantos se reportan al filo de sucapacidad.
A decir del director de Servicios Públicos del Ayuntamiento,Eduardo Vergara López, los 41 panteones, públicos y privados, quefuncionan en la ciudad suman alrededor de 50 mil fosas, casi todoscon poca disponibilidad de lotes y con la mayoría de sus criptasabandonadas.
Como ejemplos, mencionó, de las más de 38 mil fosas que seestiman en el Panteón Municipal, ya solo quedan 150 espacioslibres, mientras que el resto, comenzaron a ocuparse desde el 5 demayo de 1880, fecha de su fundación. Además, explicó, más de lamitad de ellas están abandonadas.
En este panteón, el más grande de la ciudad, añadió, haysepulcros que no han vuelto a recibir visita alguna desde hace másde 100 años.
Y la situación, agregó, se repite en los otros 32 cementeriosdel sector público, como los adscritos a juntas auxiliares einspectorías, al grado de que, según estimaciones delAyuntamiento, son alrededor del 70 por ciento del total desepulcros, equivalente a más de 35 mil de los 50 mil que seestima, suman todos los camposantos, los que ya fueron dejados a susuerte.
Otra prueba de ello, son la inspectoría de San Miguel Espejo yde la junta auxiliar Santa María Xonacatepec, que en los añosrecientes tuvieron que adquirir nuevos predios para habilitarloscomo sus segundos cementerios comunitarios, pues los primeros encada una, ya están saturados.
Incluso, Vergara López admitió que el Ayuntamiento tambiénvalora la posibilidad de habilitar un segundo PanteónMunicipal.
El plan, aclaró, es incipiente, pues la autoridad no conoceaún los detalles de la situación actual de los cementeriospúblicos y en consecuencia, no puede todavía tomar decisionesprecisas sobre un nuevo camposanto, sin embargo reiteró, hayrazones por las que sí considera necesario.
Mientras que en los segundos panteones de San Miguel Espejo ySanta María Xonacatepec, a decir de sus representantes, JoséArmando Romero Rojas y Miguel Luna Aguilar, se han establecido comocondiciones para evitar la rápida saturación de los panteones, nopermitir la inhumación de difuntos ajenos a sus comunidades.
LOS MOTIVOS
Las creencias religiosas y la tradición de enterrar a los seresqueridos, según el director de Servicios Públicos delAyuntamiento, Eduardo Vergara López, es la razón por la que loscementerios están a poco de saturarse, pero a decir de José LuisPérez Munguía, director de Servicios Memorables de la agenciafuneraria Valle de los Ángeles, el miedo y consecuente evasión altema de la muerte, son otros motivos por los que existe pocaprevisión personal y consecuentemente, en las disposiciones yservicios del sector.
Según Vergara López, la costumbre heredada por años, deentregar a la tierra a los difuntos, llevó a la crecienteocupación de los espacios en todos los cementerios, al grado deque en la actualidad, los sitios destinados a recibirlos ya estána punto de la saturación.
Pero, expuso Pérez Munguía, el ritual de despedida de losseres queridos que fallecen es tan poco deseable por la gente quemuchos lo evitan y algunos además, han cambiado la forma dehacerlo.
La evasión del tema de la muerte entre la gente, señaló,suele llevar a la falta de previsión personal de los serviciosfunerarios y en consecuencia también, al desorden en lasdisposiciones y oferta de ellos, sin distinción entre el sectorpúblico y el privado.
“En la actualidad, la gente asegura más su auto que su vida ysu muerte, porque no quiere ni siquiera hablar de la muerte,repiten esa frase de ‘En vida hermano, en vida’, así que hayuna evasión. Cuando se menciona algo sobre la muerte, es comúnque alguien pida que se cambie el tema”, añadió.
Por eso, continuó, a diferencia de cuestiones como la vivienday la educación, que la gente piensa y valora continuamente, en loque se refiere a los servicios funerarios no hace previsiones.
Y esta falta de planeación personal, reveló, se refleja en losservicios, de manera que en el sector difícilmente hay orden.
En consecuencia, los familiares suelen tomar las decisionessobre el destino final de sus seres queridos, en el momento de sufallecimiento.
Además, resaltó, otro aspecto que influye considerablemente enlas decisiones sobre el destino final de un ser querido, tambiénes el económico, pues mucha gente tiene que ajustar los serviciosa su presupuesto, no necesariamente a las preferencias de atenciónque desea.
EN REGULARIZACIÓN
Eduardo Vergara, director de Servicios Públicos, informó queel año pasado, el Ayuntamiento emprendió un programa decertificación de fosas en el Panteón Municipal, el cual podríareplicarse en los cementerios de las juntas auxiliares einspectorías, con el propósito de tener un censo de todas lascriptas, identificarlas plenamente y administrarlascorrectamente.
Para ello, agregó, se hicieron reformas al CódigoReglamentario Municipal y a la Ley de Ingresos, de manera que seredujeran drásticamente los costos de regularización e incentivara la gente a responsabilizarse de los sitios de último descanso desus seres queridos.
“Se redujo el costo cinco veces, antes costaba como mil 800(pesos), se bajó a 300 (pesos), además, no se les cobra más decinco años de servicio, porque no es un programa recaudatorio,sino de regularización”, resaltó.
Por último, comentó, los servicios funerarios que ofrece elgobierno municipal se han modernizado y sensibilizado, de maneraque los poblanos tengan una opción accesible y digna a la querecurrir para atender a sus seres queridos al momento de sumuerte.