Lo que podría ser un error en la planeación o ejecución de obra se volvió zona de tránsito peatonal de riesgo sobre la autopista México-Puebla, a la altura de la colonia El Riego, donde vecinos y foráneos toman el camión en una parada improvisada para dirigirse con rumbo, en la mayoría de los casos, al mercado Hidalgo o la Central de Autobuses de Puebla (CAPU) desde un lugar no apto para ello.
Sobre la autopista México-Puebla, muy cerca de un campo deportivo, llama la atención un punto donde la valla de contención y el pavimento hidráulico están cortados de manera quirúrgica de tal modo que los peatones pueden transitar hacia o desde El Riego, situación que los pone en peligro debido al constante flujo de carros que transitan a altas velocidades.
Para Antonio, trabajador de una empresa que da mantenimiento a la autopista, la solución sería que en ese punto se adecuara una parada del transporte público.
“La primera parada que hacen es del puente de la María al puente del Oxxo por lo que sí se requiere un punto intermedio para la gente que baja hacia El Riego”, consideró.
Sin embargo, el problema no termina ahí, ya que con dirección opuesta hacia el campo deportivo la gente improvisó otra parada en un lugar que también conlleva riesgo, bajo la anuencia de los transportistas que detiene sus vehículos para llevarlos.
Él mismo aclaró que “el hoyo” lo dejó así la empresa constructora con la finalidad de que funcionara como salida del agua pluvial que provoca inundaciones en el área, ya que no existe un desagüe que la canalice.
LA PARADA IMPROVISADA
A unos 200 metros del lugar, se improvisó una parada que conlleva peligro también, tanto para los que suben al camión como para los que bajan. Los que suben tienen que sortear un tramo de la autopista, donde se incorporan autos desde dos puntos. Los que bajan serían los que caminan ese tramo mencionado a la orilla de la carretera y junto a la barrera de contención hasta llegar al llamado “hueco” que permite la incorporación de la gente a una zona más segura, pero tampoco pensada para el peatón, ya que son caminos de terracería y lugares que carecen de luminarias, a no ser por la luz que arrojen las que alumbrarían a la autopista.
Este reportero realizó los dos recorridos, tanto el de ida como el de regreso, y comprobó el riesgo existente, aunque algunos de los entrevistados minimizaron ese peligro quizá por la practicidad que encontraron para llegar a sus destinos.
Uno de ellos tomó el camino más inseguro porque no era del lugar, ya que si no hubiera optado por recorrer el tramo por el interior de la barrera de contención y no por el lado opuesto que da al flujo vehicular.
Incluso, los proveedores de las tiendas ubicadas en Cuatro Caminos que usan el transporte público, también en El Riego, tienen que enfrentar las mismas dificultades, así lo comentó la tendera Emma, quien también coincidió que es necesario que se habilite una parada oficial y que exista mayor iluminación.