Arriesgándose a ser atropellados, así transitan todos losdías cientos de niños, jóvenes y adultos debajo del puente delferrocarril que divide a las colonias 16 de Septiembre yRevolución Mexicana, al norte del municipio de Puebla.
Y es que el paso que se construyó hace unos 35 años, de unos 7metros de ancho y otros 10 de largo, es tan reducido que algunosautos y unidades de transporte público deben bajar la velocidadcuando coinciden con otro y, sin embargo, pasan a cortadistancia.
Pero el mayor peligro es para los peatones que no tienen mejoropción que atravesar también por ahí a unos cuantos centímetrosde los autos y sin protección alguna, porque el bajo puente carecede guarnición, banqueta o barandal que evite la riesgosa cercaníade los carros.
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Quienes van solos apresuran el paso para llegar más rápido alotro lado de la calle, cuando son más de una persona optan porcolocarse una detrás haciendo una fila para ocupar menosespacio.
Las madres o abuelas que llevan a sus hijos o nietos alpreescolar “José Suárez” que se encuentra a menos de 100metros o a otras escuelas, confiesan su temor por pasar ahí.
Son los casos de la señora Irma Romero y Catalina Teomitzi,quienes ordenan a sus nietos a caminar rápido y por delante deellas, preferentemente cuando no pasa vehículo alguno, “porquesí está muy peligroso, tenemos que tener mucho cuidado”,señaló la primera de ellas.
La señora Catalina añadió que ha tenido que esperar hasta 10minutos en horarios en los que hay mucha carga vehicular, parasentirse un poco más segura al pasar con su nieto, Mauricio de 5años y que a veces prefiere que su esposo pase por ellos parapasar a bordo de su auto, “porque sí me da miedo”,completó.
[caption id="attachment_909968" align="aligncenter" width="600"]Foto: Julio César Martínez[/caption]
Otro ejemplo es el de Karina Axel Gutiérrez, madre de familia,también tuvo que esperar por un momento sin tráfico para luegoprácticamente correr con la carriola y su hijo por delante, parair un poco más segura, “es que es muy feo porque pasan muycerquita (los autos)”, agregó.
Los jóvenes Joana Domínguez y Jesús Calvario, estudiantes delBachillerato Juan Escutia, que se encuentra en la coloniaRevolución Mexicana, acusaron que la mayoría de los conductores,más los particulares que los del servicio de transporte público,no tienen precaución con ellos.
“Se suelen molestar porque pasamos por ahí, pero no hay otrolugar por donde pasar. Nos silban”, acusó él.
URGE SOLUCIÓN
A decir de los entrevistados por El Sol de Puebla, este estrechopuente es un constante peligro para todos ellos, pues no importa eldía u hora, siempre están expuestos a ser arrollados por algúnvehículo y como prueba, dijeron, ya se presentó un accidente conuna alumna del Bachillerato Juan Escutia.
A decir de la señora Irma Romero, una opción para reducir elriesgo en esta zona sería colocar topes en los metros previos, y adecir de Joana Domínguez, otra estudiante del Bachillerato JuanEscutia, puede ser la construcción de un paso exclusivamentepeatonal, que obligue a los conductores a detenerse y les permita aellos pasar seguros por debajo del puente pero también cruzar lacalle.
[caption id="attachment_909970" align="aligncenter" width="600"]Foto: Julio César Martínez[/caption]