Peregrinos sureños avanzan a la Basílica de Guadalupe en CDMX

Llegar a la Basílica de Guadalupe es una enorme satisfacción para los peregrinos al sentir una profunda alegría de poder cumplir con "la morenita"

Daniela Hernández | El Sol de Puebla

  · viernes 9 de diciembre de 2022

La mayoría de los peregrinos llevan más de cinco años realizando peregrinaciones. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla

Un gran acto de devoción es lo que año con año realizan miles de peregrinos que atraviesan caminando la entidad poblana para llegar a la Basílica de la Virgen de Guadalupe, ubicada en la Ciudad de México, y celebrar junto a ella su fiesta patronal cada 12 de diciembre.

El Sol de Puebla realizó un recorrido por la carretera federal México-Puebla a la altura de Santa Rita Tlahuapan, así como en los municipios de San Martín Texmelucan, Huejotzingo y Santa María Zacatepec para conversar con los feligreses y conocer más de esta fuerte tradición.

Los peregrinos caminan a paso lento y constante, en sus hombros llevan cobijas, abrigos, bufandas, gorros y demás prendas para que puedan cubrirse del frío por la noche, además, portan unas banderas para que cuando oscurezca, los coches puedan verlos y no sufran accidentes.

“Cuando vine a verla por primera vez le prometí que vendría a verla hasta que Dios me lo permitiera, y ya llevo 15 años con esto, aquí estamos”, expresó Ascencio Reyes, quien salió el pasado 3 de diciembre desde Veracruz.

La mayor parte de peregrinos que atraviesan la carretera federal México- Puebla provienen de Oaxaca, Veracruz, Chiapas, Tlaxcala y la entidad poblana, principalmente de los municipios de Amozoc, San Gabriel Chilac, Apizaco y Tierra Blanca.

La gran solidaridad entre los peregrinos es palpable al compartir desde los alimentos, agua y ungüentos para los pies. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla


En promedio los peregrinos que salen de los estados del sur se tardan cinco días en llegar, sin embargo, el tiempo de llegada depende de las condiciones en las que viajen, pues algunos salen desde 10 días antes para poder llegar a tiempo.

Su objetivo no es solo llegar para el 12 de diciembre, día en que se celebra a la Virgen de Guadalupe, sino que buscan llegar a la Ciudad de México el 11 de diciembre a las 07:00 de la mañana, que es cuando se realiza la misa de las vísperas de la fiesta patronal.

El clima frío no fue un impedimento para emprender su viaje, debido a que la mayor parte de estos grupos salió de su lugar de origen en la madrugada, alrededor de las 04:00 de la mañana.

“Seguimos con la promesa de irnos caminando, es la devoción de cada quien, año con año le pedimos algo a la virgen y de esta forma le damos las gracias”, compartió Candelario, quien lleva más de 20 años realizando este recorrido a pie.

A su llegada al templo solo permanecerán dos días antes de regresar a sus casas tras agradecer a la Virgen. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla

No todos los fieles se dirigen caminando a la Basílica, algunos viajan en bicicleta o grandes camiones. También se encuentran los antorchistas, quienes fueron nombrados así porque viajan corriendo mientras portan una antorcha encendida y hacen relevos con sus compañeros, se distinguen porque viajan en agrupaciones de 20 o 30 personas.

La mayoría de los peregrinos llevan más de cinco años realizando peregrinaciones, y es por ello que cuentan con la experiencia necesaria para cuidar de ellos mismos y de sus compañeros o familiares.

“Vamos caminando y la gente que nos ve nos apoya, a veces nos brinda un jugo, un agua, una fruta o una torta, es bonito ir caminando porque encontramos a varias personas y platicamos de dónde vienen y es lo que nos motiva a seguir adelante”, narró Ángel Tlaltenco, quien este año viajó con sus dos hermanos.

Existe una gran solidaridad por parte de los grupos de peregrinos, aunque no provengan de la misma zona se comparten alimentos, pomada para los pies y agua, que es lo que más necesitan durante el camino.

“Sufríamos mucho por los alimentos porque traíamos comida y se nos echaba a perder, ahora buscamos comida y compramos las cosas para preparar algo en el camino, así ya no se nos echa a perder la comida porque desde allá salíamos con nuestros conejos o pollos que comprábamos, tampoco ya no se nos enferma la gente porque está todo fresco”, aseguró Librado Vázquez, quien dirige un grupo de 50 peregrinos de Veracruz.

La mayoría de los peregrinos llevan más de cinco años realizando peregrinaciones. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla

A la orilla de la carretera es donde los feligreses pausan por momentos su viaje para alimentarse, tratan de no consumir alimentos que se echen a perder fácilmente. Los que son acompañados por algún vehículo logran guardar artículos de despensa, los cuales son recolectados por ellos desde tres meses antes de partir.

Adicionalmente, sobre el camino a la Basílica, las poblanas Socorro Alvarado y Gloria Olvera, cada año colocan una mesa fuera de su hogar con tortas y vasos de café, los cuales reparten a los peregrinos. “Es una forma de demostrar nuestra devoción a la virgen, aunque no podamos viajar con ella”, expresó Socorro.

El llegar a la Basílica de la Virgen es una sensación indescriptible, coincidieron los fieles, pues además de una enorme satisfacción, sienten una profunda alegría de poder cumplir con la morenita.

“Uno siempre ha sido católico y mas que nada guadalupano por todos los favores de la virgencita, cuando llegamos es algo increíble, no lo podría expresar”, confesó Miguel Ángel Sánchez, quien viaja desde la ciudad de Puebla.

Algunos de los peregrinos viajan en bicicleta o grandes camiones, además de los llamados antorchistas que hacen el recorrido corriendo. Foto: Bibiana Díaz | El Sol de Puebla

Al finalizar el largo viaje, los peregrinos viajan de regreso a sus casas, únicamente permanecen en el templo de uno a dos días, agradecen los milagros concedidos y piden por la salud de sus seres queridos y familiares.

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