Personal del sector de funerarias y crematorios, debido a que está en contacto directo con fallecidos por Covid-19 en el país, se convierte en un grupo vulnerable, por lo que deberían ser vacunados en esta primera etapa de inoculación determinada por gobierno federal, señalaron las senadoras petistas Nancy De la Sierra Arámburo y Geovanna del Carmen Bañuelos De la Torre.
Ante ello las legisladoras presentaron un punto de acuerdo para exhortar a las autoridades del gobierno de México para que se considere a los trabajadores de este sector como grupo prioritario para recibir la vacuna anti-Covid.
La propuesta, que fue presentada este miércoles ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, busca garantizar la salvaguarda de la salud en aquellas personas que, por su oficio, se encuentran más expuestas frente al virus ante la segunda ola de contagios que se ha reportado a finales del pasado 2020 y en los primeros días del año 2021.
De la Sierra comentó que el personal de funerarias ha sido un elemento clave para sobrellevar la emergencia sanitaria, por lo que, a pesar de que no forman parte del cuerpo médico, se deben de contemplar en el grupo prioritario de inoculación contra el Covid-19.
“Debemos alarmarnos por los trabajadores de estos centros que han sido víctimas del virus; pero también porque el Instituto Mexicano del Seguro Social nos ha advertido en el lineamiento de manejo general de cadáveres con diagnóstico confirmado o sospechoso de Covid-19, ya que tales cuerpos pueden suponer un riesgo de infección para las personas que entren en contacto directo con ellos”, comentó.
En este sentido, la senadora por el estado de Puebla recordó el cargamento recientemente llegado al territorio mexicano, con al menos 400 mil dosis que fueron distribuidas por todo el país, mismo que representó una esperanza para que regresen a la normalidad los distintos sectores sociales y se estabilice el sistema de salud.
Luego de que algunos legisladores de distintos Grupos Parlamentarios se adhirieron al exhorto, tras hacer de lado sus diferencias partidistas, el punto de acuerdo se turnó a las Segunda Comisión de Trabajo de la Comisión Permanente para su análisis y posterior dictamen.