Si se aprueba en el pleno la Ley Agnes los movimientos a favor de los derechos LGBTTTIQ tendrán que felicitar a los integrantes del Congreso local, opinó el gobernador, Luis Miguel Barbosa Huerta, quien aprovechó para mencionar que la actual legislatura ha sido “ejemplar” en su trabajo de formación de leyes.
“El mérito de la aprobación de una ley debe de dársele al Congreso, por favor. No busquen ustedes generadores de una ley, fuera que no sea un Congreso, es injusto. Los movimientos siempre existen y existirán y son legítimos y se manifiestan, pero finalmente la decisión de volver ley una iniciativa es de un Congreso”, comentó.
Desde su óptica, los legisladores interpretan el sentir de la sociedad y convierten en leyes las posiciones públicas. Agregó que hay movimientos que tardan varios años para que sus planteamientos sean tomados en cuenta y luchan constantemente para ser escuchados, como fue el caso de las personas que buscan la aprobación de la ley antes mencionada.
“Los movimientos tienen que estar agradecidos con el Congreso porque así hay que ser, no hay que decir: yo fui quien generó esa ley, no, es el Congreso, ¿de acuerdo? y que bueno que vivamos en una sociedad cada vez más equitativa, más justa y con mejores condiciones para que todos podamos estar mejor, buscar la felicidad debe de ser una tarea permanente y los gobierno deben de tener ese propósito siempre”, agregó.
Para finalizar, aceptó que este tipo de leyes siempre generan controversia entre la ciudadanía, pero cree que los diputados asumen una posición de desgaste político y aprueban o no las leyes.
El 19 de febrero las comisiones unidas de Gobernación y Puntos Constitucionales y Procuración y Administración de Justicia del Congreso del Estado aprobaron este viernes la denominada Ley Agnes, con el propósito de reconocer la identidad de género autopercibida de una persona y se permita levantar una nueva acta de nacimiento para este reconocimiento. Lo anterior, tras el llamado de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
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La Ley Agnes toma este nombre en memoria de la activista transexual Agnes Torres, asesinada el 9 de marzo de 2012, cuyo cuerpo fue abandonado en la barranca Xaxocuapatle del municipio de Atlixco, hecho que fue catalogado como crimen por homofobia.