Trabajadoras sexuales del Centro Histórico solicitaron a la alcaldesa, Claudia Rivera Vivanco, la creación de una zona de tolerancia con la finalidad de terminar con problemas de antaño, como extorsiones a cargo de policías municipales y acoso callejero.
Semanalmente, entre tres y cuatro mujeres reciben maltrato ya sea por parte de la autoridad o del cliente, motivo por el cual es necesario frenar este problema, expuso María de Lourdes Hernández Castillo, representante legal de la asociación Unificación de Sexoservidoras del Estado de Puebla A.C.
En conferencia de prensa, indicó que, igualmente, frenaría potenciales casos de desaparición de personas, pues del año 2000 a la fecha se desconoce el paradero de dos compañeras, sin conocer si dejaron de laborar, se fueron a otro estado o las mataron.
Dio a conocer que la “Zona del Tamborcito”, ubicada en la 26 Poniente entre 11 y 18 Poniente, sería una buena opción para el ejercicio de la actividad sexual, aplicando reglas claras, como un padrón debidamente definido, controles médicos y vigilancia oficial para detectar cualquier irregularidad.
Sin dar a conocer su nombre y con el rostro cubierto dado que sus familiares desconocen su actividad, una de las trabajadoras sexuales narró que la necesidad económica la orilló a vender su cuerpo para mantener a sus dos hijos.
Otras, igualmente, justificaron la misma causa, revelando que las jornadas laborales son variadas, pero normalmente tratan de hacerlo en el día, de las 10:00 a las 17:00 horas, para luego irse a casa y atender a sus hijos.
Además de la carga psicológica de ejercer la prostitución en calles del Centro Histórico, revelaron que deben enfrentar extorsiones que cometen policías municipales, quienes en lugar de combatir la delincuencia se dedican a extorsionarlas con tarifas de 100 a 200 pesos cada tres días por persona.
En otros casos, expuso una de ellas a manera de queja, los uniformados piden favores sexuales en lugar de dinero, por lo que es necesario que se investigue el actuar de los policías.
Sin embargo, consideraron que estos hechos quedan impunes porque no se denuncian los hechos ante la autoridad ministerial: “si vamos a quejarnos nos pedirán nombres y direcciones así como la actividad que ejercemos y no creo que nos hagan justicia, mejor nos quedamos calladas”, explicó una de ellas.
En el caso de los clientes, dijo que algunos les faltan el respeto y otros las han llegado a agredir físicamente.
La representante legal de la asociación Unificación de Sexoservidoras del Estado de Puebla A.C. dio a conocer que este organismo fue creado en 2012 y cuenta con 31 afiliadas, las cuales reciben asesoría jurídica y canalización para apoyo psicológico y médico sin ningún cargo económico porque se trabaja con cuotas voluntarias.