En medio de la estrategia federal para terminar el robo de combustibles, la Terminal de Almacenamiento y Reparto (TAR) de combustible de Pemex en Puebla, reforzó su vigilancia, con presencia de militares y una mayor inspección al interior. Ahora, los conductores de pipas, pidieron que se refuerce la seguridad al exterior de esta instalación, sobre todo en las carreteras, que es donde tienen vulnerabilidad a los robos.
Ubicada en el Parque Industrial Puebla 2000, la TAR es un sitio al que llega combustible desde Oaxaca y Veracruz –pues la entidad no es productora- y de ahí, se distribuye a todo el estado.
Ahora, con la estrategia fomentada desde el gobierno federal, se observa a elementos del Ejército Mexicano custodiando las instalaciones y los procesos de carga que ahí se efectúan.
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Los camiones de Pemex, salen con normalidad desde la TAR, hacia diferentes destinos. La mayoría de los traslados de hidrocarburo se hacen sin vigilancia extraordinaria, desde antes de las 09:00 horas.
Un conductor señala que solo los pedidos que van hacia zonas con mayor índice de riesgo en el estado –como el triángulo rojo, compuesto por municipios donde se hacen más tomas clandestinas- llevan custodia especial, pero el resto sigue su destino, conservando una de las reglas de la paraestatal, que es no llevar a copilotos en los vehículos.
Vehículos blancos de Pemex (con capacidad para 20 mil y 30 mil litros), y de doble remolque (de Grupo Simsa) son los que salen de la TAR. Ninguno va custodiado este domingo, aunque para pedidos especiales, la vigilancia está presta, previa solicitud.
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Un conductor viene de Salina Cruz, Oaxaca, a dejar combustible a la TAR. Dice que el gobierno federal verifica sus cargas y descargas porque cree que los choferes son los “rateros”, aunque para ellos, debe reforzarse la vigilancia en el exterior.
El entrevistado señala que amén de requerirse seguridad justo fuera de las TAR, es necesario que haya mayor presencia policiaca en carreteras federales, como a la altura del municipio de Esperanza, pues sus compañeros han sufrido atracos.