Decenas de colonos en San Pablo Xochimehuacan sacaron todo lo posible de sus viviendas horas antes de que comenzara la demolición de lo que con años construyeron, pues la explosión del pasado domingo de una toma clandestina de gas LP dejó inservibles los inmuebles.
Colchones, electrodomésticos, muebles, ropa, documentos y algunas imágenes religiosas fue lo que entre lágrimas los colonos cargaron a fin de que no se perdieran, pues para ellos, cualquier cosa era fundamental.
Luego de que se les diera la oportunidad de ingresar por última vez a sus hogares, acudieron con sus familiares, quienes ayudaron a sacar algunas pertenencias, pero no todo, pues muchas de las estructuras se encontraban colapsadas, por lo que solo buscaron recuperar parte de lo invertido a lo largo de su vida.
Aunque lo poco que lograron sacar no se compara con algunas cosas sentimentales y lo que significan los años de esfuerzo que se quedaron quemados o aplastados por la explosión el pasado domingo, por lo menos no se quedaron con las ganas de poder recuperar algo.
“La ropa es fundamental, muchos nos salimos con lo que apenas nos pudimos poner, algunos sin camisa y solo con un suéter”, fue lo que relató Consuelo, quien luego de sacar una bolsa con ropa y algunos documentos se sintió reconfortada.
Lo que lamentó es que su casa no se haya podido salvar, pues dijo que solo vio como algunos cuartos se cayeron, pero no todo, por lo que aun tenía la esperanza de poder regresar a su patrimonio.
Sin embargo, tras el dictamen de las autoridades correspondientes, se le informó que su hogar ubicado en la denominada zona cero quedó inhabitable, por lo que sería demolido.
Como ella, diversos vecinos fueron los que se apresuraron a llevar bolsas, maletas y todo lo posible para sacar la mayor parte de sus bienes, los cuales en su totalidad se perdieron y aunque construyan su vivienda no serán recuperados.