Luego de que una poblana denunció amenazas de ácido si no dejaba de pelear por un terreno en Oaxaca, la saxofonista María Elena Ríos le brindó ayuda y pudo contactarla con la Fiscalía de Oaxaca para atender su caso. Las autoridades oaxaqueñas aceptaron que hay muchas irregularidades en el caso y que le darán continuidad para que por fin tenga justicia.

El Sol de Puebla dio a conocer que el padre de María Fernanda Amador falleció y le heredó un terreno en Oaxaca, pero cuando acudió a revisar el predio y hacer todo legal, se dio cuenta que el espacio estaba siendo ocupado por hombres que le pidieron dinero para poder irse. Ahí comenzó “su viacrucis” y ahora estos sujetos, quienes, por cierto, están vinculado con las autoridades municipales de Cuicatlán, la están amenazado de aventarle ácido si no deja la lucha del predio. Incluso, ya saben en donde vive y teme por su vida.

Un día después de que este medio dio a conocer su caso, María Fernanda pudo conocer a María Elena Ríos, la saxofonista oaxaqueña que fue víctima de violencia ácida, quien se encontraba en Puebla debido a que el pasado 2 de marzo se avaló en el Congreso la Ley Ácida, la cual tipifica como tentativa de feminicidio los ataques con alguna sustantiva corrosiva.

“Malena” le brindó ayuda, pues considera que la prevención es fundamental y pudo contactarla con Margarita Guzmán Corsi, fiscal en jefe de la Fiscalía de la Mujer por Razón de Género en Oaxaca, así que María Fenarda tuvo que viajar a dicho estado para presentar de nueva cuenta caso.

“Ya checaron mi carpeta, hay muchas cosas super raras desde que presentó la denuncia, no está mi poder, no están las escrituras certificadas, la denuncia la presento con fecha 4 de noviembre del 2021 y según hay una ratificación el día 5 de octubre de 2020 (…) me dijo que confié (Guzmán Corsi) en que todo va a salir bien, que trate de estar tranquila, pero sobre todo que le dé un voto de confianza”, compartió a este medio.

María Fernanda agradeció a María Elena, ya que después de muchos meses por fin siente que está siendo escuchada y por fin después de muchos meses pudo dormir tranquila. Sabe que el camino aún es largo, pero espera que poco a poco todo se vaya resolviendo.

Este medio dio a conocer que María Fernanda es poblana y su padre falleció de un infarto. Le avisaron que su padre le había dejado un terrero en el municipio oaxaqueño de San Juan Bautista Cuicatlán y acudió a verlo, pero el trabajador de su papá y encargado del lugar, le dijo que a los 8 días de haber muerto el señor, dos personas se habían apropiado del terreno y que tuviera cuidado porque eran peligrosos.

Ella quiso hablar con estas personas para decirles que quería el terreno, pues era el único recuerdo que tenía de su padre, pero estos hombres le dijeron que no se lo iban a dar hasta que les diera 300 mil pesos.