Pedir limosna, poner a trabajar a los niños y robar, fue a lo que tuvieron que recurrir algunos poblanos para conseguir comida, así lo reveló la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH).
De acuerdo con la encuesta publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en el 2018 entrevistaron a 844 mil 130 viviendas, que experimentaron alguna dificultad para satisfacer sus necesidades alimentarias. La visita fue del 21 de agosto al 28 de noviembre.
De dicha cantidad, 50 mil 438 hogares, es decir, el 6 por ciento, tuvieron que hacer algo que hubieran preferido no hacer para conseguir comida, como mendigar, mandar a sus hijos a trabajar o recurrir a prácticas socialmente no aceptadas, como delinquir.
La encuesta también indicó que, 258 mil 354 hogares, tienen a un adulto que sintió hambre, pero no comió, y también 196 mil 384 familias tienen un miembro mayor de edad que comió sólo una vez al día o dejó de comer 24 horas.
EN 50 MIL HOGARES, HUBO DIFICULTADES PARA SATISFACER LAS NECESIDADES DE LOS MENORES
También consultaron a 466 mil 677 hogares que tenían menores de 18 años, y que, experimentaron dificultades para poder comer, de las entrevistas pudieron identificar que en 55 mil 697 familias había niños que comieron sólo una vez al día o dejaron de comer 24 horas.
En 688 mil 36 hogares, algún menor se durmió con hambre y en 68 mil 510 familias, estuvo algún menor que sintió hambre, pero no comió.
Incluso se registraron 151 mil 247 hogares en donde a algún menor se le tuvo que disminuir la cantidad servida en las comidas y 155 mil 2 casas, aceptaron que los niños comían menos de lo que debían.
ALIMENTACIÓN, PREOCUPACIÓN CONSTANTE EN MEXICANOS
La medición muestra que la alimentación es una preocupación constante para los mexicanos, ya que 5 de cada 10 poblanos han experimentado dificultad para satisfacer sus necesidades alimentarias.
Del total que abarca la encuesta, el 45.4 por ciento expresó que tuvo alguna preocupación de que la comida se acabara en su familia en los tres meses previos al estudio, el 11 por ciento se quedó sin comida, y el 35.5 aceptó que no tiene una comida variada y sana, el resto no especificó.