Agua de Puebla para Todos clausuró los servicios de agua y alcantarillado en Plaza América, donde se ubica la Comisión Nacional del Agua (Conagua), debido a un adeudo de 6 millones de pesos y además, se encontró que contaminaba en el Río Atoyac, según informó el área de comunicación de la empresa.
La mañana de este viernes, el personal de la concesionaria realizó los trabajos de corte del suministro.
La compañía del servicio destacó que la plaza comercial, ubicada en una zona céntrica de la ciudad, hacía descargas sin permisos al Río Atoyac, aunque la competencia de sanción por las descargas a cuerpos de agua es de orden federal.
Cabe destacar que los permisos de la red municipal las da el Ayuntamiento capitalino, mientras que la Conagua cuando se trata de zonas federales; sin embargo, la aplicación de sanciones a empresas que descargan sus aguas residuales sin cumplir la normativa al afluente es de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Asimismo, Agua de Puebla o Concesiones Integrales no informó de manera precisa la fecha en la que comenzó el adeudo y solamente se limitó a decir que “nunca” habían pagado, a pesar de que la misma empresa tenía sus oficinas en Plaza América.
A través de un video que envió Agua de Puebla para Todos, de 36 minutos, es visible el trabajo que realizan los trabajadores en el citado centro de comercio. Un grupo de trabajadores se dispone a clausurar el servicio de agua y alcantarillado.
El año pasado, 71 empresas fueron clausuradas y sancionadas por la Profepa por un monto de 21.1 millones de pesos por irregularidades graves detectadas en la contaminación del Río Atoyac. El 61.5 por ciento de las inspeccionadas presentó anomalías, pero solo en el 5.1 por ciento de los casos se aplicaron multas.
El reporte con datos de 2018 dice que, en la zona de Cuencas Prioritarias, que abarca los Ríos Atoyac, Lerma, Santiago y Blanco, se llevaron a cabo 6 mil 133 visitas de inspección de tipo industrial.
Finalmente, Agua de Puebla comentó que cuando se hizo el corte, los colaboradores se percataron de las descargas irregulares al Atoyac.