Por mala copa, cae homicida de Atlixco

El masculino tenía pendiente una orden de aprehensión por asesinato

Miguel Ángel Domínguez

  · lunes 7 de mayo de 2018

Cuando todo indicaba que de nueva cuenta burlaría a la justicia, “El Shabalala” fue capturado cerca de la comisaría de Atlixco por elementos ministeriales. El masculino tenía pendiente una orden de aprehensión por el homicidio de un joven el pasado 11 de febrero, asesinato capaz de conmover a parte de la zona norte de esta mancha urbana.

Acostumbrado a dar diferentes nombres cuando era detenido por la policía, en esta última ocasión la suerte pareció no estar de su lado. Tras escandalizar en la vía pública fue llevado junto con un grupo de sus “cuates” ante el Juez Calificador.

Tras la insistencia de dar su nombre verdadero, y con las huellas digitales registradas, de inmediato la Fiscalía del Estado (FGE) quedó informada de su detención y de inmediato se trasladaron a esta ciudad para consumar la acción legal.

Testigos dieron a conocer pormenores de los acontecimientos: “Primero dijo llamarse Eloy, pero ante las evidencias finalmente asintió ser Eduardo. Y con eso fue suficiente”, reiteró un elemento de la Dirección de Seguridad Pública local.

Estaba escandalizando en la vía pública minutos antes de las 12 de la noche del sábado y los vecinos de la colonia Hogar del Obrero terminaron reportándolo a los uniformados. Así describieron el hecho los policías involucrados:

“Elementos de Seguridad Pública de Atlixco, tras realizar un operativo en la calle Calzada del Carmen, a la altura del número 1109 de la colonia Hogar de Obrero, revisan un vehículo Volkswagen Jetta color blanco, modelo 2010, con placas del estado de Puebla TZZ5586. Ahí viajaban tres masculinos en estado de ebriedad y alterando el orden en la vía pública”.

Eran Alfonso F. U., de 26 años de edad; Wilibaldo R. H. de 27 años de edad; y Eloy O. M., de 23 años de edad. “El sistema biométrico (detector de huellas) de la policía arrojó datos específicamente de Eloy O. M.”.

Su historial marcaba un par de aseguramientos, pero ofreció diferentes nombres. “Exigieron corregir sus datos y asumió ser Eduardo P. N., “El Shabalala”.

Es el hombre identificado por testigos como responsable de un homicidio con arma de fuego en las calles Río Tehuantepec y Río Yanqui de la colonia Maximino Ávila Camacho el día 11 de febrero del año en curso.

“Una vez concluida la sanción administrativa impuesta por el Juez Calificador a Eduardo P. N. por escandalizar en la vía pública, “El Shabalala” salió de la comisaría para ser atrapado por ministeriales por contar con una orden de aprensión por el delito de homicidio doloso”, citó la fuente oficial.

AQUEL DÍA

El asesinato del joven de 22 años, de nombre Eduardo Domínguez, ocurrido el 11 de febrero pasado en una de las colonias más populares y peligrosas de Atlixco, la Maximino Ávila Camacho, destapó una cloaca de vecinos del área en contra de los familiares del hoy occiso y de paso en contra de la policía local.

El punto más complicado de este escenario ocurrió mientras la madre del fallecido pidió dinero en un parque de la zona para el funeral, y esa situación fue aprovechada por quienes viven ahí para advertir a las autoridades de Atlixco: “o ponen orden con la inseguridad o la delincuencia, o hacemos justicia por cuenta propia”.

Esa noche, cerca de las 22 horas y de un disparo en el pecho, quedó muerto el joven de 22 años de edad en la colonia Maximino Ávila Camacho. Los hechos ocurrieron entre las calles Río Yaqui y Río Tehuantepec.

Testigos dieron a conocer que todo comenzó por un pleito entre dos masculinos. “Después de la discusión el agresor ingresó a su domicilio para ir por un arma de fuego y disparar a quemarropa”.

Integrantes de la Policía local dijeron estar trabajando de manera conjunta con la Fiscalía del Estado para esclarecer el homicidio y dar con el responsable.

Javier Machuca, director general de Seguridad Pública en Atlixco, comentó que en días próximos quedará reforzada esa colonia y muchas más con un binomio de patrulla y con 40 nuevos elementos.

Adela Hernández es madre del asesinado y pidió atrapar pronto al responsable “cuya identidad es conocida por todos en la colonia. Es más, después de su crimen estuvo escondido en una casa cercana”.

Reconoció que “su hijo ya traía un pleito con su agresor y esos pleitos los llevaron a terminar de esa manera”. Por cierto, el cuerpo de Eduardo fue entregado a su familia casi 24 horas después y recibió la despedida de amigos y familiares en el mismo parque donde su madre pidió dinero. La recaudación llegó a los 6 mil 270 pesos.

Sin embargo, de manera anónima, otro grupo de vecinos criticaron “la actitud de la mamá del chico, quien, además de estar lucrando con el asesinato, nunca estuvo pendiente de ellos, ya que los abandonó. Y más: se trata claramente de un crimen no solo entre pandillas, es entre grupos dedicados al consumo y venta de drogas”.

Finalmente, los vecinos dejaron en claro una advertencia: “ya estamos hartos de tanta inseguridad y de la ineficiencia de la policía por nunca llegar a tiempo en situaciones extremas. Y frente a esa realidad queda un solo camino: hacer justicia por cuenta propia. Y nada más”.