De un total de 14 mil unidades del transporte público que están concesionadas en todo el estado, solo 6 mil están conectadas al Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C5), mientras que los 8 mil restantes no cumplen con esta modernización porque hay un rezago por parte de los transportistas y porque en otros casos no es posible conectarlas a las autoridades de respuesta inmediata por la falta de señal en algunas regiones del estado.
Así lo informó el titular de la Secretaría de Movilidad y Transporte del Gobierno del Estado, Guillermo Aréchiga Santamaría, quien presumió un avance del 60 por ciento en las 10 mil unidades que cuentan con las especificaciones técnicas para poderse conectar al C5.
“Tenemos prácticamente el 60 por ciento de las unidades conectadas y monitoreadas permanentemente y conectadas a C5…Estamos hablando prácticamente de 6 mil unidades de un total de 10 mil que es posible conectar, es decir, hay otra parte, las concesionadas son más de 14 mil, sin embargo, en algunos lugares del estado no tenemos todavía la cobertura de señal y para que los equipos funcionen en tiempo real, para que cumplan su función preventiva deben estar teniendo siempre la posibilidad de contar con internet, con los datos necesarios para que el equipo puede funcionar”.
LEE MÁS: En espacios abiertos, así prevén regreso a clases en Puebla
De las 4 mil unidades de transporte público que no cuentan con señal, la mayoría se ubican principalmente en regiones de la zona nororiental del estado, la Sierra Mixteca y la Sierra Norte.
Para Aréchiga Santamaría, el rezago para que algunos transportistas cumplan con la modernización que prometieron a cambio del aumento al pasaje se debe a la contingencia sanitaria provocada por el coronavirus, pues afirmó que muchas rutas estuvieron al 25 por ciento de su capacidad durante los meses más altos de la pandemia y ahora, con la reapertura, se logró aumentar al 50 por ciento.
“Quiero comentar que los meses de la pandemia han sido verdaderamente difíciles, económicamente hablando para todos, incluido los transportistas, el referente es que hemos tenido momentos a lo largo de la pandemia en el que el aforo de los vehículos ha estado hasta en un 25 por ciento, ha subido gradualmente, hoy estamos prácticamente al 50 por ciento de su aforo, del que deben tener para que esto sea sostenible, sea rentable”.
Fue el pasado 12 de octubre cuando el gobierno estatal autorizó un aumento del 41 por ciento al precio del pasaje y otorgó 120 días para que los transportistas instalaran botones de pánico, cámaras de vigilancia y GPS para conectarse al C5, sin embargo, cuando concluyó el plazo, antes de la pandemia, no todas las unidades cumplieron con esta modernización.