El precio del azúcar se ha disparado 15 por ciento en solo unaño. Tras este incremento, insostenible para los fabricantes decaramelos y golosinas de Puebla, se esconde el oligopolio de losproductores de este edulcorante, acusó Ricardo Menéndez, directorgeneral de Dulces Anáhuac.
El creciente valor en el mercado del azúcar ha puesto durantelos últimos meses en jaque a paletas, golosinas y gomas de mascar.La industria poblana de dulces (dominada por MondelēzInternational y Dulces Anáhuac -esta última, creadora de laconocida marca Chipileta-) ha sufrido, explicó Menéndez enentrevista con El Sol de Puebla, los embates del sobreprecio.“Tenemos acceso a unazúcar muy caro, al doble de precio de lo que vale en el mercadointernacional”, comparó. “Han exagerado los precios. Estamoscomprando el saco de azúcar arriba de los 800 pesos, cuando esemismo saco de azúcar en el mercado internacional vale menos de 400pesos”. En agosto de 2016, según laSecretaría federal de Economía (SE), el costo de un bulto de 50kilogramos de azúcar refinada en la Central de Abasto de Pueblaera de 752.45 pesos. Un año después, asciende a 866.19, 113.74pesos más, alza equivalente a 15 puntos porcentuales.
Este precio crece desde 2012, cuando se posicionó en 643.96pesos. En 2013, por ejemplo, el bulto de 50 kilogramos de azúcarrefinada ascendía a 437, casi la mitad que en la actualidad, y en2014 era de 493. En 2015 había alcanzado los 527.92. “El azúcares un artículo de primera necesidad”, se quejó Menéndez.
Como consecuencia de este incremento, el precio de los dulces hasubido en México, estimó el empresario, entre 12 y 14 por cientodesde 2016. “Estamos muy por encima de la inflación. El productoque más inflación ha tenido entre los bienes de abarrotes son losdulces, mucho más que el papel higiénico, servilletas o aceitecomestible”, detalló.
ACUSAN OLIGOPOLIO DEAZUCAREROS
Los empresarios del sector de la confitería atribuyen elaumento del precio del azúcar al oligopolio conformado por losingenios y sus productores, resultado, según Menéndez, de unaexcesiva protección gubernamental.
En 2008, México y Estados Unidos acordaron el libre comercioen el sector de edulcorantes, pero únicamente brindaron accesocompleto a las importaciones de fructosa de Estados Unidos y a laexportación de azúcar desde nuestro país. “El Gobierno protege a la industria azucarera, ya que elarancel –para la importación de azúcar- es de 360 dólares portonelada; vale más el arancel que el azúcar”,expuso.
En junio pasado, México se comprometió a aumentar aún más laexportación de azúcar cruda al país vecino, por lo que limitóla oferta en territorio nacional y provocó, apuntó Menéndez, elincremento de su costo. “México es autosuficiente: produce seismillones de toneladas y consume 4.5 toneladas; quiere decir que hayun excedente de azúcar cruda, que entonces no se refina enMéxico, que el secretario de Economía –Ildefonso Guajardo-comprometió”, se quejó.
El director general de Dulces Anáhuac pidió al Gobiernofederal abrir la competencia para obligar a una reducción delcosto del azúcar. “Lo que se debe de hacer para bien de todoslos mexicanos es que el azúcar tenga un arancel como otrocualquiera, como puede ser un coche, unas llantas, una camisa, unoszapatos”, exhortó.