“Prefiere a los ninis que a los bebés solamente porque los bebés no pueden votar”. Así reaccionó Andrea González luego de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador anunciara un recorte casi del 16 por ciento en el subsidio federal que pagaba por cada niño que se cuidaba en las guarderías de la Sedesol, ahora Bienestar, y luego de que diera a conocer que el dinero será entregado directamente a los padres para que ellos decidan si lo destinan a las guarderías o a algún familiar para que se hagan cargo de sus hijos.
Andrea es una madre que desde hace ocho meses lleva a sus gemelas a una guardería ubicada cerca del centro de la ciudad de Puebla. Comentó que esta situación le está ocasionando afectaciones económicas pues tiene que cubrir un aumento que le estableció la estancia a la que lleva a sus hijas: “tenemos que ver de dónde sacamos el dinero”.
“Está mal que recorten el presupuesto porque al final de cuentas si los bebés los estamos metiendo a una escuela de Sedesol es porque no tenemos el recurso suficiente (para una escuela privada)”, dijo.
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Las guarderías de la Sedesol recibían 950 pesos por niño de manera mensual, sin embargo, en este sexenio los padres recibirán un apoyo de mil 600 pesos bimestrales y ellos determinarán si los entregan a las responsables de las estancias o a un familiar. En tanto, el gobierno de López Obrador, a través del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, pagará 3 mil 600 mensuales a jóvenes de entre 18 y 29 años de edad que no trabajan ni estudian, recursos con los que van a recibir capacitación laboral.
“Si los llevas con los abuelitos, los tíos o demás no es lo mismo porque no aprenden lo mismo, no les enseñan lo mismo, el punto es que los niños convivan, que socialicen no pueden estar ahí con sus abuelitos todos los días y desgraciadamente sabemos que los abuelitos no se van a poner con ellos a enseñarles a escribir, a leer, a veces nada más ponemos la tele y ya ahí que se queden y eso no les ayuda en nada, está mal al final de cuentas”, dijo.
Consideró que los padres de familia también enfrentarán problemas en sus trabajos con las decisiones de López Obrador, pues el hecho de que sus hijos ya no sean recibidos en estas estancias después de los 2 años y 11 meses los obligará a llevarlos al preescolar y los horarios de éstos regularmente hasta las 12:00 horas y no hasta las 16:00 como en las guarderías.
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NO PIENSAN EN EL BIENESTAR DE LOS NIÑOS
Para la señora Johana Cerón, quien lleva a su pequeña a otra de estas guarderías, la sugerencia del Presidente Andrés Manuel de entregarles los recursos a ellos para combatir la corrupción en estos espacios, podría repercutir negativamente en los niños, dado que no recibirán la misma enseñanza pese a la confianza que exista con los familiares.
“Si querían evitar un mal uso pues no lo están haciendo porque dicen ‘que lo cuide mi mamá y ya’, pero no están pensando en el bienestar de los niños, si aprenden bien, si cubren bien sus necesidades, a tu mamá le tienes la confianza pero no es lo mismo que una persona capacitada le enseñe a que nada más le digan di azul o di el otro”, dijo.
Vislumbró que la disminución de un año para que los niños puedan ser beneficiados con este apoyo gubernamental la pondrá en aprietos en un futuro cercano pues tendrá que llevar a su pequeña al kínder porque su suegra ni su mamá la podrán cuidar porque trabaja y cuida a sus hijos, respectivamente, y el horario del preescolar la obligará a salirse de su trabajo o sus clases para recogerla a la menor.
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NO HAY GARANTÍA DE QUE LOS PAPÁS APLIQUEN LOS RECURSOS EN LOS NIÑOS
Para la responsable de una guardería, quien prefirió no revelar su nombre por miedo a represalias, algunos padres de familia, sobre todo aquellos que tienen alguna adicción y a los que se les dificulta cubrir la cuota de corresponsabilidad, destinarán el dinero en otro objetivo diferente al de la educación de los menores.
Refirió que tener a los menores en las casas de los abuelos, tíos o cualquier otro familiar también significa un riesgo dado que se han presentado diversos casos en que son violentados por estas personas.
“Yo no lo veo viable porque no hay una garantía de que los papás lo ocupen directamente para la educación de los niños, no sé si el Presidente vaya a pedirles una garantía. En la zona donde estoy, que es marginada, nos cuesta mucho con los papás que cubran la cuota de corresponsabilidad, que los traigan limpios, que traigan sus pañales, que traigan una libreta para trabajar. Yo no veo viable esto porque no va a garantizar que los traigan, se los van gastar en otras cosas”, dijo.
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Defendió que las responsables de estas estancias son personas con un trabajo especializado con los niños, certificadas y dedicadas completamente a los menores, quienes en estos lugares tienen sus tiempos de sueño, de esparcimiento, de enseñanza, de reflexión y de comida, la cual es balanceada, destacó.
“Nosotros estamos específicamente para los niños, nuestro trabajo es estar al pendiente de todos los momentos del día con ellos, del apapacho que a veces en casa no se da, la alimentación balanceada que a veces en casa tampoco se da por el hecho de que las mamás andan trabajando, con los aseos de la casa”, dijo.
Si bien dijo que en las altas esferas gubernamentales se puedo haber presentado un mal manejo de este programa de estancias infantiles, manifestó que las titulares de las guarderías y las maestras, que son los últimos eslabones, se han conducido sin irregularidades.
“Sin subsidio estoy trabajando, sin subsidio tengo niños, si nosotros no diéramos resultados desde el momento que nosotros dejamos de tener un subsidio por parte del gobierno hubiéramos fracasado, los papás no hubieran tenido esa voluntad de apoyarnos porque ahorita estamos relativamente como particulares”, finalizó.
