Un total de 44 casos de hepatitis vírica tipo C se registraron con corte al pasado 13 de julio en la entidad poblana, cifra que es un 11 por ciento mayor a los 39 que se reportaron en el mismo periodo del año pasado, de acuerdo con el último boletín de la Dirección de Vigilancia Epidemiológica, dependiente de la Secretaría de Salud federal.
A propósito del Día Mundial de la Lucha Contra la Hepatitis, conmemorado este 28 de julio, el reporte de la dependencia federal reflejó que la mayoría de los casos de hepatitis C contabilizados corresponden a hombres, con 26, mientras que 18 afectaron a mujeres.
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Asimismo, dio cuenta de que en el periodo descrito se realizaron 20 diagnósticos de hepatitis víricas de otros tipos, de los cuales 10 correspondieron a hombres y el otro 50 por ciento a mujeres. En este caso los diagnósticos mantienen la misma tendencia del año pasado.
Es importante precisar que la hepatitis vírica tipo C es considerada un problema de salud pública a nivel mundial, ya que de acuerdo con la dependencia federal, hasta el 25 por ciento de los casos de cirrosis hepática y cáncer son derivados de esta enfermedad, a pesar de que puede prevenirse y curarse cuando se detecta de forma oportuna.
Regularmente, esta enfermedad se contrae a través del contacto con la sangre de alguien que tiene el virus y puede ocurrir al compartir agujas o artículos de cuidado personal, como máquinas de afeitar o cepillos dentales, así como por tener relaciones sexuales sin protección con alguien infectado.
La sintomatología puede aparecer hasta tres meses después de haberse contagiado y puede incluir fiebre, dolor en las articulaciones, pérdida de apetito, náuseas o vómito y dolor abdominal, así como cambios en el color de la orina y las heces.
El tratamiento consiste en el suministro de antivirales, que logran curar la enfermedad en la mayoría de los casos, aunque cuando la enfermedad evoluciona y causa cirrosis u otras complicaciones en el hígado puede requerirse de intervenciones quirúrgicas.
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Es importante señalar que aunque la hepatitis tipo C es considerada como una de las más graves por las enfermedades que llega a desencadenar en el hígado, existen otros tipos como la A, B, D y E. En el primero y último de los casos se propagan por el contacto con alimentos y bebidas contaminadas, mientras que las otras también se adquieren por el contacto con sangre infectada.