Un cálculo preliminar apunta a que las promesas de cada uno de los candidatos presidenciales van a resultar en costos adicionales para el erario de entre 500 y 600 mil millones de pesos. Son ocurrencias, “no pueden andar por el país diciendo que pueden gastar lo que quieren con promesas echadas al vacío”, dijo el rector de la Universidad de las Américas Puebla, Luis Ernesto Derbez.
En entrevista con El Sol de México, en el marco de la presentación de los resultados del Estudio sobre Evasión Fiscal 2017, el exsecretario de Economía señaló que ninguno los cuatro aspirantes a la Presidencia tiene un plan de gasto público, hay ocurrencias. Andrés Manuel, por ejemplo, dice que va a recuperar 500 mil millones, un monto que equivale a 10 % del presupuesto anual. “Es factible, pero cómo”, pregunta.
Los candidatos están pensando cómo gastar más y no cómo recaudar más y ese es el gran reto, porque nadie va a querer pagar más impuestos hasta que la autoridad demuestre que sabe gastar. “La reforma tributaria tiene que pasar por una reforma del gasto público, y eso es algo que no estoy viendo en ninguno de los candidatos”, insiste Derbez Bautista, quien buscó la candidatura del PAN a la Presidencia de la República.
Con base en los resultados del estudio realizado por la UDLAP, la reforma fiscal de 2014 logró reducir la evasión desde un nivel de 5.2%, en 2005, a 2.6% del PIB, en 2016, es decir, a unos 510 mil millones de pesos. La nueva administración, dijo, deberá enfocarse en este rubro.
Para dimensionar los beneficios del combate a la informalidad y a las empresas fantasmas, dijo que el gobierno podría contar con 500 mil millones de pesos al año, es decir, en tres billones de pesos extra en un sexenio, siempre y cuando continúe el proceso de combate a la evasión. Es factible, asegura.
Con la reforma, agregó Derbez, se incorporaron casi dos millones de contribuyentes que salieron de la informalidad, aquí, dijo, el reto es cómo mantenerlos para que no se vayan. Ahora, insiste, la autoridad debe centrarse en combatir a los evasores, a las empresas fantasma.
El SAT dio a conocer que, el año pasado, se comprobó la existencia de tres mil 918 empresas fantasma, que simularon 151 mil operaciones por un monto de 738 mil millones de pesos, cuál es el siguiente paso, se le pregunta.
El punto central, dice, es que el Servicio de Administración Tributaria tiene que ganar credibilidad.
Al presentar los resultados del estudio Evasión Fiscal Global en México, que analiza el periodo 2005-2016, Derbez resumió las tres recomendaciones para seguir impulsando el trabajo de recaudación de impuestos: continuar con la modernización tecnológica en el proceso de supervisión del pago de impuestos; cambiar a una reforma fiscal, eliminando exenciones y tasa cero en diversos productos y atacar frontalmente la informalidad, incorporando mediante esquemas de participación a pequeñas y medianas empresas en el sector informal de la economía mexicana.
“Si aplicáramos estas tres medidas y fuera parte de un programa de gobierno, el próximo gobierno estaría pensando en la posibilidad de tener de 1 a 1.4 billones de pesos anuales de ingresos extras. Usando un trabajo como el que se ha realizado por el Sistema de Administración Tributaria, es muy factible que se pudiera pensar, si no en esta cantidad, en la mitad o en una tercera parte y estaríamos hablando de 500 a 700 mil millones de pesos por año”, dijo.