La educación a distancia, obligada por la pandemia, incrementará la cifra de alumnos reprobados en matemáticas y lectura en Puebla, que en el 2019, año en que se aplicó por última vez la prueba Planea, fue del 41.1 y 28 por ciento, respectivamente, coincidieron fundaciones e investigaciones al respecto.
Lo anterior, porque de acuerdo con la organización World Vision y la fundación ¿Sabías Que? Puebla, hay un alto riesgo de que el aprovechamiento académico siga a la baja mientras más se prolongue el reinicio de las clases presenciales, específicamente en las regiones con mayor índice de pobreza.
Y es que ambas coincidieron en que antes de la pandemia los estudiantes en Puebla no estaban del todo bien en los conocimientos básicos de matemáticas y lectura, situación que se agrava si a dos años de distancia ni siquiera ha habido oportunidad de diagnosticar el rezago educativo porque todos aprobaron, al menos con seis.
Cabe recordar que los resultados de la última prueba Planea, aplicada a 71 mil estudiantes de nivel básico, arrojaron que apenas un 57.90 por ciento de alumnos de tercero de secundaria contaba con un desempeño suficiente en matemáticas y, aún así, Puebla se ubicó en primer lugar a nivel nacional en aprovechamiento.
Mientras que, en lenguaje y comunicación, un 72 por ciento de estudiantes logró aprobar y con ello, la entidad se ubicó en el tercer lugar en el país, aún con un 28% de reprobados.
Iván Antonio Hernández Sánchez, Director General de la fundación ¿Sabías que? Puebla, dedicada a apoyar la educación en comunidades con alto grado de pobreza, explicó que el déficit en el aprovechamiento escolar que dejará la pandemia, probablemente será más evidente en cinco años, cuando los alumnos de primaria deban cambiar de grado escolar.
"Tenemos alumnos a los que apoyamos que tienen un ocho de calificación y de repente al ir a la ciudad se dan cuenta de que no es real ese puntaje", dijo al tiempo de explicar que en las comunidades marginadas el nivel de aprendizaje suele estar por debajo del que tienen los alumnos de zonas con mejores servicios educativos.
Detalló que hasta antes de la pandemia, la fundación apoyaba a 175 alumnos de nivel básico en el municipio de Tzicatlacoyan y en las comunidades de Tecola y Xacxamayo, en la capital poblana, sin embargo en el último ciclo escolar a distancia solo fueron 80.
Lo anterior, debido a que muchos de los estudiantes no tuvieron las herramientas digitales para establecer contacto, ya que último ciclo escolar en esas localidades se cursó a base de cuadernillos elaborados y distribuidos periódicamente por los maestros o haciendo grupos de amigos para usar una red de internet e interactuar, de vez en cuando, con los docentes.
Incluso, explicó que para dimensionar los conflictos que enfrentaron esos estudiantes se debe entender que la mayoría realmente quedó bajo la instrucción de sus papás y en esas localidades el grado máximo de estudios es de seis años, es decir, son padres de familia que apenas y concluyeron la primaria.
"Llegó un momento en la pandemia en que ya no teníamos solicitudes de ayuda de los alumnos sino de los papás, por qué eran ellos quienes debían explicarles cómo resolver un cuadrado o una actividad que ellos mismos no comprendían".
Por estos factores es que enfatizó que los más rezagados no van a poder nivelarse hasta que no haya un retorno a las clases presenciales y por ello la fundación está adaptando dos aulas móviles para acercar la asesoría y tecnología que los alumnos de esas localidades van a ocupar iniciando el ciclo escolar.
FALTA DE CLASES PRESENCIALES TAMBIÉN AUMENTA LA DESERCIÓN
Esta idea fue reforzada por Tonatihu Magos, director de Incidencia y Movilización en World Vision, quien añadió que además de la falta de aprendizaje, la ausencia de clases presenciales también está incrementando la deserción escolar.
Indicó que antes de la pandemia ya había una incidencia marcada en la población de entre 12 y 17 años, sobre todo en la transición de la secundaria al nivel medio superior, sin embargo el rango podría seguir aumentando al grado de volver cada vez más difícil que la población llegue a concluir estudios de nivel superior.
Lo anterior, apuntó, sería demasiado grave si se toma en cuenta que muchos de los problemas sociales, como embarazos en adolescentes, trabajo infantil y delincuencia juvenil están directamente relacionados con un bajo grado de estudios.
De hecho, puso como ejemplo que en un estudio reciente, realizado por la organización en Tehuacán, se constató que la deserción escolar entre los jóvenes va en aumento porque son atraídos por empresas irregulares.
"Hay como una absorción por parte de talleres de manufactura textil, informales, familiares, en muchos casos en que les dicen: no vas a aprender nada en la escuela, no sirve de nada, vente para acá porque vas a apoyar el gasto familiar (...) vemos con preocupación que en esas regiones se ha agudizado la deserción por este tipo de empresas".
Por esta situación es que insistió en que independientemente de las condiciones de salud publica provocadas por la pandemia, se debe diseñar una estrategia que priorice la atención para las comunidades más marginadas y las devuelva al sistema educativo.
"La pregunta es ¿Cómo vamos a hacer para que niños indígenas o con mucha vulnerabilidad regresen a los sistemas educativos?. El Gobierno tendrá que desplegar o duplicar los programas sociales, apoyos y servicios para estas familias, para emparejarlas", acotó.
PUEBLA ES QUINTO LUGAR CON MAYORES CONDICIONES ADVERSAS PARA LA EDUCACIÓN A DISTANCIA
El estado ocupa el quinto lugar a nivel nacional con mayores condiciones adversas para la educación a distancia, de acuerdo con el estudio "La educación ante la pandemia de Covid - 19. Vulnerabilidades, amenazas y riesgos en las entidades federativas de México", realizado por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias.
El documento define como condiciones adversas los altos porcentajes de viviendas sin computadora, sin acceso a internet, el promedio de hacinamiento y el porcentaje de población en viviendas con madres solteras como jefas de familia, ya que suelen ser las mujeres quienes más apoyan a los hijos en actividades académicas y cuando trabajan les es difícil hacerlo.
En la entidad, dichas condiciones motivan que la educación a distancia no sea tan fácil, sin embargo cuando se analiza la situación de forma generalizada se concluye que en Puebla hay riesgos educativos pero estaría entre los estados con menos movilidad transgeneracional, es decir el promedio de estudio de los hijos no disminuirá demasiado respecto al de sus padres.
El estudio indica que en México, de 33.6 millones de personas de entre 3 y 29 años inscritas en el ciclo escolar 2020, 740 mil no lo terminaron y 5.2 millones (9.6 por ciento del total) no se inscribieron.
Los motivos principales fueron que un 26.66 por ciento consideró que las clases a distancia son poco funcionales, el 25.3 argumentó pérdida de trabajo de los padres y el 21.9 no tenía computadora o celular con internet.
A nivel global, el estudio estima que la pandemia provocará que en América Latina al menos 1.2 millones de jóvenes de entre 15 y 17 años abandonen la escuela y de ellos el 38 por ciento sería de los estratos más pobres.
"Sería un revés para los logros educativos de la última década, se agregarían 7.6 millones de personas en la región a la "pobreza de aprendizaje", es decir niños que no son capaces de leer y entender un texto simple al final de la primaria y que han sido privados de la escolaridad, ya sea por no asistir a la escuela o porque tienen un rezago significativo para su edad", concluyó.